Año CXXXV
 Nº 49.347
Rosario,
miércoles  02 de
enero de 2002
Min 19º
Máx 32º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Audición y pirotecnia
Ruidos intensos perjudican al oído
Los petardos, cohetes y fuegos artificiales pueden provocar diferentes daños auditivos

Es común en esta época que la alegría de las fiestas se expresen en forma ruidosa. Tradicionalmente se concreta a través de petardos, cohetes y todo aquello que acompaña a la algarabía general.
El ruido ha llamado la atención desde la antigüedad. Existen citas pertenecientes a escritores romanos, refiriéndose a la molestia causada por el paso de los pesados carruajes sobre las calles empedradas, y lo que primero fueron observaciones pasaron a ser, con el correr de los siglos, estudios más o menos serios sobre el tema, hasta que el progreso de la electrónica y del conocimiento de la fisiología auditiva suministraron herramientas más eficaces para conocer y evaluar el grado de pérdida auditiva.
El receptor de la sensación es el hombre. Estas sensaciones pueden ser agradables o no, intensas o débiles. Pueden poseer características que impidan o tornen dificultosa la realización de determinadas tareas; incluso pueden ocasionar daños temporales y/o permanentes en el oído.
La pérdida de sensibilidad auditiva o hipoacusia acarrea varias consecuencias. El individuo sometido a ruidos intensos comienza a oír menos, se vuelve "duro" de oído y ello es el comienzo del trauma acústico. Como le cuesta oír trata de que no le hablen, se vuelve hosco, lo cual expresa el comienzo de un trauma psíquico.

Altos decibeles
Todo aquello que incluya pirotecnia entraña un riesgo que puede ser más peligroso si se realiza en forma desaprensiva. Son bien conocidas tanto las lesiones oculares como las de piel que llenan las guardias de los servicios hospitalarios, y también las advertencias que se hace a la población a través de los medios para evitar tales afecciones.
Poco se dice del trauma que el ruido de esta pirotecnia puede provocar a nivel del oído: una deflagración sonora de una intensidad mayor a 90 decibeles puede ser perniciosa para nuestra audición que varía de acuerdo al tiempo de exposición y de la sensibilidad de la persona.
En el caso de un cohete o petardo que explote más allá de 120 decibeles (nivel del dolor en el oído), en 1 segundo, y a corta distancia, puede producir un "trauma acústico" que se refleja en una hipoacusia con lesión de la zona nerviosa del oído y pérdida de los agudos.
Esta hipoacusia puede ser de diferente gravedad dependiendo de los factores mencionados pudiendo llegar a la pérdida total de la audición. Las lesiones por trauma acústico, sean de la gravedad que sean, son irreversibles. Por ello se aconseja, para prevenir estos accidentes, tomar todas las precauciones necesarias: manejo de la pirotecnia por mayores, alejarse del lugar de la explosión, usar artículos de baja sonoridad y concurrir en forma inmediata al especialista ante la duda.
\Yankel Pasik \Asesor médico de la Mutualidad \Argentina de Hipoacúsicos



La expsición cercana a la pirotecnia lastima el oído.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados