Los festejos del Año Nuevo en Francia dejaron un balance propio de una guerra urbana con un centenar de heridos y 124 automóviles incendiados, entre otros daños materiales. El balance provisorio de los incidentes incluye también a cuatro policías heridos con armas de fuego.
Si bien 3.000 efectivos de policía francesa pudieron controlar el orden durante los festejos en los Campos Eliseos, donde se concentraron alrededor de 300.000 personas, los incidentes se extendieron por los barrios periféricos, donde hubo desbordes protagonizados por jóvenes, en su mayoría en estado de ebriedad.
Los disturbios más graves ocurrieron en los barrios de la periferia parisina donde se concentran familias de bajos recursos, en su mayoría de origen inmigrante, que viven comprimidos en edificios de departamentos construidos en las décadas del 60 y 70, ahora en avanzado estado de deterioro.
El epicentro de estos excesos fue el histórico departamento de Seine Saint Denis, un cinturón industrial que se ha nutrido en los últimos tiempos de inmigrantes africanos.
La policía debió intervenir decenas de veces para frenar los brotes de violencia en ese sector de la ciudad, deteniendo a 53 personas, acusadas de ebriedad.
La tradición de quemar autos
Las celebraciones violentas no han sido un flagelo exclusivo de la región parisina, ya que fueron incendiados 76 automóviles en Alsacia, 44 en Estrasburgo y 17 en Nantes.\En Estrasburgo, ciudad sede del Parlamento Europeo, es una triste tradición la de festejar el fin de año incendiando automóviles ajenos. Aun así, esta vez se contaron 13 automóviles carbonizados menos que el año pasado, y nada pudieron hacer los efectivos policiales desplegados para evitarlo, lo que llevó a decir a la alcalde de Estrasburgo, Fabienne Keller, que el balance de los festejos por el arribo del 2002 "no es insatisfactorio".\Los cuatros policías heridos fueron tiroteados por dos individuos armados con escopetas que previamente habían provocado un incendio, que las fuerzas del orden intentaban apagar. Uno de los policías, de 30 años, perdió un ojo a causa de las heridas recibidas. (Ansa)