Año
 Nº
Rosario,
lunes  31 de
diciembre de 2001
Min 21º
Máx 29º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






El Papa recibirá el 2002 rezando en la quietud de su capilla privada
El Pontífice no oculta su preocupación tras un año marcado por los graves atentados, la guerra en Afganistán y la trágica situación en Medio Oriente

A la medianoche de hoy, mientras se brinde por el nuevo año y se enciendan fuegos artificiales, el Papa estará en la quietud de su capilla privada, en el tercer piso del Palacio Apostólico, rezando para que el 2002 sea un año de "amor y paz".
Es una costumbre que Juan Pablo II heredó de sus predecesores, Juan XXIII y Pablo VI, y será éste su adiós privado al 2001, un año marcado desde el 11 de setiembre, por el miedo, la guerra en Afganistán y la trágica situación en Medio Oriente.
El adiós público de Karol Wojtyla lo dará poco antes en la basílica de San Pedro, en la solemne ceremonia de agradecimiento de fin de año, a la cual -por tradición- participa también el alcalde de Roma.
"Cada año trae consigo alegrías y dolores, problemas y nuevas perspectivas. Invito a todos a concluir el 2001 dando gracias a Dios, dejando a sus espaldas toda enemistad, para iniciar el 2002 en el amor y en la paz de Cristo", dijo ayer el Pontífice en el Angelus en plaza San Pedro.

Alegrías y dolores
También en el balance de fin de año del Papa, se puede hablar de "alegrías y dolores, problemas y nuevas perspectivas".
La alegría más grande fue sin dudas haber conducido a la Iglesia Católica al tercer milenio; entre los dolores se encuentran los vinculados a la salud y a la vez; en el capítulo "problemas" aparece el caso Milingo, el obispo africano que se casó con una coreana de la secta Moon, ahora se encuentra de retiro espiritual tras abandonar a su esposa.
Mientras el tema "nuevas perspectivas" es rico de iniciativas y viajes programados para el 2002.
Pero sobre todo pesó el ataque terrorista del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas de Nueva York, Estados Unidos. A las esperanzas del inicio del tercer milenio se introdujo una fase de "incertidumbre y miedo", como reiteró en más de una ocasión el mismo Pontífice. A nivel práctico, también el Vaticano se vio obligado a mayor rigidez y reforzar las medidas de seguridad.

Salud estable
"El estado de salud del Papa es estable", aseguró ayer el vocero de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, desmintiendo versiones que hablaban de un rápido empeoramiento del cuadro clínico de Juan Pablo II. Es cierto que el Pontífice sigue manteniendo una tabla de marcha, pero es igualmente cierto que avanzan la vejez y la enfermedad parkinsoniana.
El día de Navidad Karol Wojtyla pareció postrado frente a las telecámaras de todo el mundo. Y un diario italiano escribió ayer que el Papa, sintiéndose cerca de la muerte, habría tenido intenciones de anticipar la santificación de Padre Pío para febrero (ver aparte).
Pero lo concreto, es que más allá de los dichos de algunos sacerdotes sobre la necesidad de que el Papa dejara su lugar a un religioso más joven, nada de eso ha pasado, y Juan Pablo II parece seguir con los mismos planes que lo llevaron a mantenerse al frente de la Iglesia Católica, aun sufriendo distintas embestidas.



Juan Pablo resiste pese a su enfermedad.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
Sin fecha para canonizaciones
El fin del Jubileo y un nuevo milenio
Diario La Capital todos los derechos reservados