Durante el discurso en el que sorpresivamente anunció su renuncia al cargo de presidente, Adolfo Rodríguez Saá, se refirió anoche al programa económico que, aseguró, "a esta misma hora pensaba anunciar". El plan que no fue, constaba, según mencionó, de los siguientes puntos principales y hacían hincapié en el levantamiento del corralito financiero, el envío del presupuesto 2002 con "equilibrio fiscal" y la creación de un millón de puestos de trabajo. Rodríguez Saá aseguró que su programa para levantar el cerco de los depósitos se basaba en: asegurar el pago de los ahorros populares; asegurar que este pago se haga de similar forma al poder adquisitivo depositado; un cronograma de pago de acuerdo a las posibilidades financieras de los bancos que el depositante eligió; garantizar los montos de lo depositado con las garantías que los bancos tienen en su cartera de crédito. Agregó que "acompañaban estas medidas la presentación del presupuesto para el año 2002 que ya está confeccionado con equilibrio fiscal". Agregó que los recursos tributarios que se calcularon en 33.353 millones de pesos, los no tributarios en 3.500 y los de capital en 866 lo que daba un total de recursos de 38.019 millones, muy inferior al anterior presupuesto. "Con estos 38 mil millones de pesos, el Estado nacional puede cubrir remuneraciones el 100%, que son 4.917 millones, el 100% de jubilaciones y pensiones 16.114, dejar para bienes y servicios 1.300 millones, cubrir el 100% de las necesidades del Pami, de las universidades que son 1.575, los 4.251 millones que corresponden a las provincias que complementan lo pactado por coparticipación federal. Un plan social unificado que contempla un millón de empleos durante un año", agregó. También dijo que preveía el pago de intereses por 3.500 millones y una inversión real en obra pública de 554 millones lo que da un total 38.019 millones. Además, apuntó que se había comprometido a los gobernadores a firmar una ley de coparticipación que traería "pacificación en la relación Nación-provincias y permitiera una seria negociación con los organismos internacionales".
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