La entrada en vigencia del euro sigue generando resistencias en algunos países, como en Inglaterra, donde los turistas que visiten los palacios de Buckingham y Windsor deberán seguir pagando la entrada a ambos edificios en libras esterlinas, también a partir del 1 de enero de 2002, de acuerdo con una decisión de la reina Isabel II. Según informó el periódico británico "Sunday Express", la reina dispuso personalmente que el euro sea considerado "moneda extranjera", y no sea aceptado para cancelar los tickets de ingreso o las compras de recuerdos en las tiendas de los palacios propiedad de la nobleza inglesa. Los analistas consideran que, con esta decisión, Isabel II subraya su histórica oposición a que Gran Bretaña se una a la moneda común europea. De cualquier manera, la reina habría señalado que no se interpondría si la población y el Parlamento británico se manifIestan a favor de reemplazar la libra con el euro. En ese sentido, el primer ministro de Gran Bretaña, Tony Blair, aseguró en su mensaje de Año Nuevo, difundido ayer en Londres, que su país tiene un "interés masivo" en el éxito del euro, debido a las estrechas relaciones comerciales con sus socios de la Unión Europea.
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