Año CXXXV
 Nº 49.345
Rosario,
domingo  30 de
diciembre de 2001
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Washington tiene grandes intereses en juego

Herbert Winkler

Washington. - La nueva confrontación entre India y Pakistán es seguida en EEUU con gran preocupación. A corto y mediano plazo, podría traer graves consecuencias para la lucha contra el terrorismo en Afganistán, y a largo plazo, podría destruir o afectar seriamente los largos esfuerzos por llevar calma al explosivo subcontinente sudasiático. De allí la clara presión sobre ambas potencias nucleares para que se abstengan de participar en un nuevo conflicto.
Una cuarta guerra entre India y Pakistán desde 1947 pondría a las tropas estadounidenses ante serios problemas. Alrededor de 60 mil soldados paquistaníes se encuentran en la frontera con Afganistán, para colaborar en la búsqueda de militantes de Al Qaeda y su líder, Osama Bin Laden. La presencia de estos ocho o nueve batallones en la zona fronteriza limita la posibilidad de que los militantes busquen refugio en Pakistán. Además, hay hasta 35 mil efectivos paquistaníes destinados a tareas de aprovisionamiento o protección y apoyo de las tropas estadounidenses en Pakistán, mientras que alrededor de un tercio del espacio aéreo paquistaní funciona como "cielo abierto" para la fuerza aérea de EEUU.
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, boicoteado por Washington desde que había tomado el poder, se transformó en un colaborador, al que se le prometieron más de mil millones de dólares en ayuda. Con esto, el país asiático recuperó el status del que había gozado durante la Guerra Fría y la ocupación soviética de Afganistán. Pero en marzo de 2000, con la visita del entonces presidente norteamericano Bill Clinton, India también se había convertido en un "socio estratégico". Se trató de la primera visita a Nueva Delhi de un mandatario estadounidense en 22 años. En esa ocasión, Clinton hizo sólo una breve escala en Islamabad, con miras a retomar las conversaciones sobre armamento nuclear.
Para EEUU no tener a India -el país democrático más poblado del mundo- como socio en el juego de poder global hace imposible ya sea el logro de la estabilidad en Asia como la aplicación de una política de desarme efectiva. La importancia de India radica también en su posible función de contrapeso respecto a su vecino, China, y en las perspectivas económicas que representa un mercado de más de mil millones de habitantes.
EEUU se ha mostrado dispuesto a mediar, aunque no se ha entrometido directamente, en el conflicto de Cachemira, que nuevamente es el centro de la disputa. Pakistán recibiría de buen gusto una mayor participación estadounidense, aunque India no. (DPA)


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