El gobierno nacional estudia algunas fórmulas para aliviar las restricciones que pesan sobre los depósitos bancarios. Así, intentará descomprimir la presión social que generaron las medidas que ideó el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, para controlar la fuga de colocaciones. Anoche, el presidente Adolfo Rodríguez Saá anticipó que hoy se reunirá con los banqueros para acordar un horario extendido de atención al público para mañana, para que los trabajadores y jubilados puedan cobrar los mil pesos permitidos por el corralito. La administración nacional también estudia los números finales del presupuesto 2002 y la emisión de Lecop para aliviar la comprometida situación fiscal de las provincias.
El objetivo oficial apunta a disminuir la temperatura social surgida durante la semana, como consecuencia de las dificultades que padecieron miles de ahorristas en los bancos en procura de hacerse de su patrimonio.
Mientras pierde consistencia la voluntad oficial de crear la tercer moneda -el Argentino- y se afirma la variante de los Lecop (ver página siguiente), avanza la idea de permitir una mayor disponibilidad de los depósitos en cajas de ahorro y en cuenta corriente vinculadas con el pago de haberes, de manera de ir normalizando la cadena de pagos que hoy se encuentra virtualmente cortada, como consecuencia de las restricciones impuestas a partir del 1º de diciembre.
El Presidente Adolfo Rodríguez Saá y el secretario de Hacienda, Rodolfo Frigeri, mantuvieron ayer por la tarde una reunión en la quinta de Olivos con el objeto de definir los detalles de ambas iniciativas.
Previamente, Frigeri se reunió en el Palacio de Hacienda con una decena de economistas con quienes debatió los detalles de la eliminación de las restricciones a la extracción de efectivo y los alcances de los ajustes a practicar sobre el presupuesto elaborado por el anterior equipo económico.
Del cónclave con Frigeri participaron, entre otros, el vicepresidente del Banco Central, Mario Blejer, el diputado Jorge Remes Lenicov, el delegado del BID para la Argentina, Humberto Petrei, el presidente del Banco Provincia de Buenos Aires, Ricardo Gutiérrez, y los economistas Pablo Rojo, Diego Estévez, Alejandro Caldarelli, Enrique Szewach y Carlos Melconian.
El debate giró en torno de las restricciones bancarias. En primer lugar, se coincidió en la necesidad de no afectar los depósitos de los ahorristas en ningún caso. En segundo lugar, se coligió en la necesidad de liberar las restricciones a las extracciones sobre las cuentas donde se depositan los sueldos.
Sin embargo, existen algunas dificultades logísticas para implementar la medida y que tienen que ver con el suministro de dinero a los cajeros automáticos, algo que también fue debatido por separado por el propio Frigeri con algunos banqueros entre los que se encontraban Enrique Cristofani y Manuel Sacerdote.
El principal inconveniente es que existen en todo el país unos 8.000 cajeros automáticos que pueden disponer de una capacidad máxima de unos 250.000 pesos. Esto implica que se debiera reponer constantemente esas máquinas, lo que implica una constante tarea de transporte de caudales por todo el país.
Cómo bajar el gasto público
La intención de la administración Rodríguez Saá consiste en anclar el gasto público total por debajo de los 40.000 millones de dólares, con un ajuste de unos 3.500 millones de dólares, respecto del proyecto elaborado por la administración De la Rúa. El ajuste pasaría por una poda a todas las transferencias que se realizan a las provincias, lo que sería debatido hoy en una cumbre con todos los gobernadores en Olivos.
Así, el proyecto se presentaría en los primeros días de enero al Congreso Nacional y ante una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) cuya llegada se aguarda para las primeras horas del nuevo año.