"Con José Luis Román no había prueba de cargo ni siquiera para sustentar el procesamiento. Todos los reconocimientos a que se lo sometió con los testigos dieron resultado negativo. Fue detenido y puesto a proceso únicamente por los dichos de una ex novia", dijo el abogado José Abichain Zuain, que lo representó. La joven "acusó a Román en forma abierta, diciendo que había participado pero sin ninguna precisión. La fiscalía repitió después eso que no era más que una perdigonada al aire", agregó el abogado. Por otra parte, Josefina Rivero y Hugo Cima, madre y padrastro de Román, "no podían ser condenados por encubrimiento por dos razones sencillas: en primer lugar la ley exime penalmente de encubrimiento cuando hay un vínculo familiar de por medio y por otro, la supuesta inversión que hicieron con dinero presuntamente robado fue un camioncito de escaso valor". Abichain Zuain destacó que "nunca hubo ninguna prueba en la causa de la participación de los procesados en el hecho y tampoco se secuestró ningún elemento que vinculara directamente a los acusados con el robo". También el defensor del ex policía Ramón Silva, Carlos Antonio Galleto, refirió que las pruebas en contra de su cliente eran insuficientes: "Silva fue detenido a raíz de los dichos incriminatorios del imputado Omar Pared, que lo acusó porque tenían diferencias, un encono personal", señaló el abogado. Otra prueba que involucraba al ex uniformado era el hallazgo de 7 mil pesos durante un allanamiento a su vivienda, pero "se demostró que Silva había cobrado ese dinero como resultado de una indemnización tras ser despedido de la policía por discapacidad. Los dichos de Pared por sí solos no podían obrar como elemento de imputación", agregó Galleto.
| |