Los diez procesados por el espectacular asalto a la sucursal Arroyito del Banco de Santa Fe, ocurrido el 5 de octubre de 1995, fueron absueltos por el beneficio de la duda por insuficiencia de pruebas y se encuentran a un paso de quedar totalmente desvinculados de la causa. La investigación del caso parece cerrarse con un fracaso a la hora de establecer cómo se produjo el robo, aunque la resolución no está firme, ya que fue apelada por una fiscal y por los representantes de la entidad bancaria. El fallo fue dictado por el juez de sentencia número 3, Luis Giraudo. Los absueltos son Ramón Domingo Silva -ex suboficial de la policía rosarina-, Omar Hilario Pared y José Luis Román, quienes estaban procesados por privación ilegítima de la libertad y robo calificado; y Alberto Aguirre, Hugo Enrique Cima, Alejo Giaigischia, Josefina Rivero, Elisa Lamberti, Roberto Raúl Fernández y Roberto Abel Fernández, acusados por encubrimiento. El undécimo procesado en la causa, Javier Hernández, más conocido por el nombre falso de Sergio Miguel Benedetti, falleció en agosto de 1999. La resolución de Giraudo, según trascendió ayer de fuentes tribunalicias, desvinculó también a los imputados de la demanda civil que les había iniciado el banco en su momento para resarcirse por los más de 500 mil pesos que fueron robados en uno de los atracos más espectaculares de Rosario. Si bien no se conocieron detalles del fallo, ayer trascendió que el daño económico y financiero a la entidad sería aún mayor. Además de que nunca se pudo recuperar el botín y que el banco perdió la demanda civil contra los detenidos, la entidad deberá desembolsar 500 mil pesos en concepto de costas, a razón de 50 mil por cada uno de los acusados. No obstante, las fuentes consultadas aclararon que el fallo de Genesio fue apelado por la fiscal Elida Rivoira y el propio abogado del banco, Dardo Raciatti. Ahora deberá definir la sala II de la Cámara de Apelaciones, que integran Ramón Ríos, Juvencio Mestre y Humberto Giménez. El robo a la sucursal Arroyito del Banco de Santa Fe fue el resultado de un plan preparado cuidadosamente, con abundante información previa, y ejecutado con notable audacia. Todo se inició en la madrugada del viernes 6 de octubre de 1995. Poco antes de las 4 tres hombres jóvenes navegaron 250 metros a través del entubamiento del arroyo Ludueña, en botes improvisados con cámaras de neumáticos con una pequeña tabla encima. Luego hicieron un boquete en la pared de un sótano e ingresaron al banco. De ahí surgió el apodo de balseros-boqueteros, con que se conoció luego a los delincuentes. En el interior, los ladrones redujeron al sereno y posteriormente a los empleados. A las 6.37 se presentó un camión de caudales con los 515 mil pesos, que embolsaron los delincuentes. En el marco de la investigación, que desarrollaban el juez Carlos Alberto Triglia y la desaparecida sección Robos y Hurtos de la Unidad Regional II, fue detenido y procesado Sergio Benedetti, o Javier Hernández, el delincuente muerto por la policía bonaerense en el asalto al Banco Nación de Villa Ramallo. La detención de José Luis Román, en Villa Gobernador Gálvez, comportó un singular tropiezo en la investigación. Se suponía que en su casa había una fuerte suma de dinero. El procedimiento de Robos y Hurtos en el lugar quedó suspendido por falta de luz y al reiniciarse el dinero no fue hallado. Por esta razón las actuaciones pasaron a las Tropas de Operaciones Especiales.
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