Nueva York.- Los tribunales especiales militares, que el gobierno norteamericano está preparando para juzgar a los extranjeros sospechados de terrorismo, tratarán de dar la máxima garantía con la posibilidad de apelación y la exigencia de que la pena de muerte sea decidida por unanimidad. Lo reveló el diario Washington Post a partir de trascendidos recogidos en la Casa Blanca, donde circularía ya un esbozo de la normativa para las cortes especiales que parece coincidir con los deseos del Pentágono. Los rumores tomaron por sorpresa a la administración y el propio presidente George W. Bush se apuró a intervenir haciendo saber desde su rancho en Texas, que no tomó hasta el momento ninguna decisión final. "Estamos aún en la etapa preliminar", declaró Bush, subrayando que "cualquier procedimiento que se adopte para los tribunales militares, nuestro sistema será más justo que el sistema de Osama Bin Laden y los talibanes". El 13 de noviembre fue Bush quien impulsó la creación de las cortes destinadas a procesar a los extranjeros acusados de los ataques terroristas del 11 de septiembre. Los grupos para la defensa de los derechos civiles y algunos parlamentarios objetaron la institución de una estructura similar, criticando el criterio en base al cual las sentencias sólo necesitarían el apoyo de los dos tercios de los miembros del jurado, mientras en las cortes norteamericanas se necesita siempre unanimidad. La administración habría ahora corregido esta situación introduciendo el concepto de unanimidad en lo que se refiere a sentencias capitales. La apelación se referiría, en cambio, a una entidad militar especialmente constituida que no sería tanto un tribunal como un organismo de revisión. Los acusados tendrán derecho a un abogado militar pagado por el gobierno, pero podrán hacerse representar por abogados civiles. En principio, los procesos estarán abiertos al público y podrán ser seguidos por la prensa, sin embargo podrá haber sesiones a puertas cerradas si mediara el secreto de Estado. (Ansa)
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