El 2001 fue un año beatle. La recopilación "1" batió récords de ventas, se reestrenó "Anochecer de un día agitado" y en Buenos Aires de realizó la primera semana beatle de Latinoamérica. Pero el pasado 29 de noviembre todas esas voces de fiesta se enmudecieron cuando murió George Harrison, después de una larga batalla contra el cáncer. George, el beatle callado, el místico, dejó el mundo como lo había recorrido, con esa espiritualidad profunda que siempre impregnó su vida. En el momento del recuerdo, todos rescataron a Harrison como ese músico excepcional que había crecido bajo la sombra de John Lennon y Paul McCartney, sin embargo pocos recordaron al chico humilde que se esforzó para abrirse paso en un mundo cínico y materialista, o al artista coherente que nunca traicionó sus creencias. Este año el mundo del rock también lloró la muerte de Joey Ramone, el mítico líder de los Ramones, y el último adiós del blusero John Lee Hooker.
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