La emisión de la nueva moneda, el argentino, genera dudas entre economistas de diversas corrientes políticas e ideológicas, que plantean sus temores sobre el éxito del billete en la reactivación de la economía, y señalan que por sí sólo no conseguirá solucionar la crisis si no es acompañado por políticas activas del nuevo gobierno. Asimismo, quienes evaluaron al argentino como un principio de solución transitoria a la crisis, remarcaron que no será posible emitir una cantidad tan grande como para retirar los depósitos del sistema financiero sin tener consecuencias inflacionarias. Por esa razón, los especialistas estimaron que sería prudente usarlo sólo para pagar la masa salarial. Claudio Lozano: La nueva moneda significará un duro golpe al bolsillo de los sectores populares, quienes tengan deudas tanto en dólares como en pesos, sufrirán complicaciones. Puede producirse un proceso de devaluación salvaje, lo cual finalmente penaliza a los sectores de menores recursos. La complicación es mayor para aquellos que están endeudados porque quienes cobren en argentinos se verán perjudicados y deberán pagar más por sus deudas. Marcelo Lascano: Si se emiten más de 3 mil millones de argentinos resultará un disparate que puede derivar en que algunos aventureros salgan a remarcar precios. Debe manejarse con inteligencia y mucha restricción en la cantidad. Si se emite para pagar la masa de salarios que podría activar consumo, que no es una cantidad muy grande, esto ayudaría a una muy moderada reactivación y sería bueno para la gente que no puede cobrar y no tiene ningún poder de gasto. Aldo Ferrer: El argentino es una solución transitoria que no resuelve la inexistencia de un régimen monetario desde que se desplomó la convertibilidad. Es preciso salir de la ficción de la paridad cambiaria con el dólar a la realidad con el menor dolor posible, y para ello hay que pesificar los activos y pasivos de la economía. Si se logra también un equilibrio fiscal y en la balanza de pagos, dejar que haya flotación cambiaria no tiene por qué ser algo traumático. Y en la medida en que persista la utilización de monedas parciales, las perspectivas no son buenas".
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