Cosechando el respaldo del justicialismo y de la UCR

El presidente Adolfo Rodríguez Saá recibió ayer el respaldo de los titulares del PJ, Carlos Menem, y la UCR, Angel Rozas, a las medidas anunciadas por el gobierno. Además, el secretario general de la CTA, Víctor De Gennaro, se mostró dispuesto a participar de las propuestas oficiales.
En otra jornada a full, Rodríguez Saá obtuvo la promesa del gobernador chaqueño de que el radicalismo "no pondrá palos en la rueda" en su gestión, aunque también le advirtió que no votará "a libro cerrado" todas las leyes que envíe al Parlamento.
Cerca de las 9, Rodríguez Saá recibió en la Casa Rosada al ex presidente y titular del justicialismo, quien aclaró que el tema central de la entrevista fue "la gobernabilidad".
"El PJ lo va a acompañar en todo aquello que él crea conveniente, junto con sus colaboradores, para ir superando esta tremenda crisis por la que atraviesa nuestro país", afirmó Menem.
Rozas respaldó la puesta en marcha de una tercera moneda y reveló que le había recomendado al ex presidente Fernando de la Rúa la misma idea para financiar subsidios a jefes de familia desempleados y construir viviendas, dos días antes de que presentara su renuncia.
También apoyó la creación de un millón de nuevos puestos de trabajo y pidió una amplia convocatoria a una "concertación nacional" para consensuar políticas de Estado para los próximos 15 o 20 años.
Rozas rechazó haber hablado de las elecciones del 3 de marzo próximo y negó que haya un pacto entre la UCR, el menemismo y el adolfismo para que el nuevo presidente continúe su mandato hasta el 2003.
A su turno, Menem admitió coincidencias "en la necesidad de no devaluar" y, pese a aclarar que no habían conversado sobre una eventual dolarización, reiteró que ésta "es una de las soluciones posibles y factibles".
Por la tarde, los representantes de la CTA mantuvieron una extensa reunión (más de dos horas) con Rodríguez Saá y con el ministro de Trabajo, Oraldo Britos. De Gennaro aceptó "el desafío de participar activamente de las propuestas" del gobierno, en especial de la comisión del consejo del salario mínimo, vital y móvil.
Además, dijo que el presidente se comprometió a que "no habrá ningún despido al 31 de diciembre" de empleados en la administración pública y que "los contratados seguirán estando", más allá de los topes salariales.