Año CXXXV
 Nº 49.342
Rosario,
jueves  27 de
diciembre de 2001
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El presidente decidió ponerles un límite a las jubilaciones de privilegio
Rodríguez Saá prometió derogar la polémica ley de reforma laboral
El jefe de Estado se reunió con las CGT y anunció la inmediata convocatoria al Consejo del Salario

Con un discurso en el que levantó las banderas tradicionales peronistas, el presidente Adolfo Rodríguez Saá prometió ayer ante los jefes de las dos CGT impulsar la derogación la ley de reforma laboral, convocar al Consejo del Salario, la implementación de un tope a las jubilaciones de privilegio y la restitución del 13 por ciento del descuento a jubilados. Paralelamente, explicó que la "tercera moneda", que impulsa el gobierno para paliar la crisis económica, tendrá como respaldo todos los "bienes inmuebles del Estado nacional" (ver sección Economía).
Rodríguez Saá realizó estos anuncios en la sede de la CGT de la calle Azopardo, donde se reunió con los líderes de la dos centrales sindicales, Hugo Moyano, quien brindó explícito apoyo al presidente, y Rodolfo Daer, quien reclamo que no haya más "ajustes".
En una alocución en la que comparó a los hechos del 20 de diciembre último con el histórico 17 de octubre y en el que el auditorio no olvidó cantar la Marcha Peronista y lanzar gruesos epítetos contra el ex ministro Domingo Cavallo, Rodríguez Saá sorprendió a la audiencia con un anunció inesperado: "Vamos a remitir al Congreso nacional una ley para derogar la ley laboral".
"Les pido a los compañeros de la CGT que trabajen en el Ministerio de Trabajo conjuntamente con los sectores de la producción para que elaboremos las leyes que deben regir las normas laborales de un país que no quiere ser esclavo sino artífice de su propio destino", agregó el presidente.
Y aprovechó para homenajear a los senadores que votaron "contra la ley de empleo", al mencionar a Carlos Sergnese, Héctor Maya, a su "hermano" Alberto Rodríguez Saá y al "ex senador Antonio Cafiero, mi amigo y compañero que puso en el tapete y descubrió los juegos oscuros" que rondaron la sanción de la aludida norma, así como a Daniel Varizat.

Recuperar la costumbre
También anunció la convocatoria para el Consejo del Salario "para que discutamos con los empresarios el sueldo en Argentina" y expresó su deseo de que la próxima semana se realice la "primera reunión".
Además, se refirió a la situación del Pami, al indicar que "bajo la consigna salvemos a los jubilados, vamos a discutir con los dirigentes obreros el problema" de la obra social más grande de la Argentina.
Como parte de las promesas realizadas para -según dijo- poner "fin a otra situación de privilegio", reiteró su idea de poner tope a los sueldos de los funcionarios públicos y adelantó que enviará al Congreso una ley "de emergencia que establezca un tope para las jubilaciones de privilegio que será del 82 por ciento móvil de los 3 mil pesos" que fijó como máximo.
Rodríguez Saá aseguró que con esa diferencia se restituirá "el injusto descuento del 13 por ciento a los jubilados".
En otro tramo se refirió a los hechos del 20 de diciembre, al señalar que ese día "culminó una etapa muy triste de la vida Argentina: el hambre, la miseria, la pobreza, el desempleo, el descrédito, la falta de esperanza, el dolor de nuestro pueblo que salió con ruido de cacerola a golpear toda la calle de la patria reclamando un cambio en la vida nacional".
Y dijo que si bien tuvo "una cara buena", como el inició "de la transformación" y la "consagración del triunfo de la lucha por los derechos", también mostró un "rostro malo" con "la represión que culminó con la muerte de 29 argentinos", a los que calificó como "héroes y patriotas".
También convocó a los jefes sindicales a "construir" un ámbito para que la CGT y otros sectores sociales lo ayuden a "elaborar un plan de abastecimiento de alimentos de primera necesidad para aquellos que no lo tengan".
Luego, recordó las figuras del caudillo radical Hipólito Yrigoyen y el ex presidente Juan Domingo Perón, al señalar que el primero "integró" a los movimientos populares con los inmigrantes y que el segundo hizo lo propio con "los trabajadores". Fue el momento culminante de otra jornada en la que el presidente descargó a full su adrenalina.



Rodríguez Saá se "empapó" con el folclore peronista.
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