Peshawar. - India y Pakistán dejaron ayer las palabras en el conflicto de Cachemira y anunciaron que tienen los misiles colocados en las rampas de lanzamiento, en la antesala de un nuevo conflicto en Asia, tras la guerra en Afganistán. La crisis entre las dos potencias nucleares del subcontinente indio recuperó un nivel que no se registraba desde la guerra de 1971. En las localidades cercanas a la frontera miles de personas comenzaron a abandonar sus casas por miedo a que se produzca la tan temida guerra nuclear.
Mientras los ejércitos se movilizan, los líderes de ambos países evocaron abiertamente un escenario bélico. El primer ministro indio, Atal Behar Vajpayee, ha acusado a Islamabad de empujarlo hacia un enfrentamiento, y afirmó que India no está dispuesta a dar marcha atrás. El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, redobló la apuesta y afirmó que su país "está listo para reprimir cualquier agresión" por parte de India.
Luego del intercambio de fuego de artillería en los días pasados -en el que murieron tres militares indios y dos civiles- en la frontera continúan llegando tropas de ambos países.
El ministro de Defensa de India, George Fernandes, anunció ayer el despliegue a la frontera con Pakistán de baterías misilísticas, aparentemente misiles tierra-tierra Prithvi, con alcance de 150 kilómetros y capacidad para transportar cabezas nucleares. Fuentes militares informaron que Islamabad puso los misiles en rampa de lanzamiento y en alerta al ejército. Tropas de refuerzo llegarán en los próximos días a la zona fronteriza que divide el Punjab y el comprendido entre el Sindh paquistaní y el Rahajastan indio.
Ataque al Parlamento
El clima entre los dos países, tradicionalmente tenso, empeoró luego de la ataque de matriz separatista islámica perpetrado el 13 de diciembre contra el Parlamento de Nueva Delhi. Este atentado le costó la vida a 14 personas, entre ellos cinco de los atacantes y la India se lo atribuyó a los dos grupos rebeldes activos en Cachemira y que gozan de la protección de Pakistán: Lashkar-e-Taiba y Jaish-e-Mohammed.
Nueva Delhi pidió la inmediata captura de sus líderes y rechazó las medidas contra los grupos guerrilleros por parte de Musharraf. Musharraf había dispuesto el congelamiento de bienes de Lashkar e hizo arrestar al carismático líder del Jaish, Maulana Azhar Masood, quien fue liberado de una cárcel india en 1999 luego de que un comando secuestró un avión de línea india.
Los llamados de la comunidad internacional para que ambos países lleguen a un acuerdo no surtieron efecto hasta ahora, pero igualmente el gabinete de guerra indio postergó para hoy una reunión.
EEUU está particularmente inquieto ya que es un tradicional aliado de Pakistán en el conflicto de Cachemira, aunque le pide que desactive a los grupos guerrilleros de la frontera con India. Washington también comenzó una política de acercamiento a Nueva Delhi. Fuentes diplomáticas explicaron que Washington teme que Islamabad, absorbida en el frente este en el conflicto con India, pueda aliviar los controles en su frontera con Afganistán, donde buscan refugio los milicianos de Osama Bin Laden.
El temor es real sobre una guerra abierta entre las dos potencias nucleares, que ya mantuvieron tres conflictos desde que se independizaron del imperio británico, en 1947.
Analistas militares paquistaníes informaron que una hipótesis todavía poco probable es la confrontación nuclear. Pero todo depende de cómo sea el próximo incidente que encienda la mecha, otra más en la región más caliente del planeta.
China pidió calma a ambas naciones, con quienes comparte frontera, y sostuvo que deberían solucionar su disputa a través de conversaciones para evitar la inestabilidad de Asia del sur. Pero ante el reclamo del ministerio del Interior chino, el gobierno indio respondió que ese pedido de calma debe ser realizado a las autoridades de Islamabad. De acuerdo a una fuente militar paquistaní, el ejército de ese país ha trasladado vehículos blindados y artillería y la fuerza aérea ha llevado aviones de guerra de sus bases principales a lugares a puntos más cercanos a la frontera con India. Es la movilización más grande de las fuerzas paquistaníes en los últimos 30 años, dijo una fuente militar. El desplazamiento de tropas es aún más grande que la realizada durante la guerra con India en 1971. (Ansa y Reuters)