Siempre fuimos de la idea de que para lograr una mayor cantidad de público en los distintos partidos, los campeonato locales de básquetbol tendrían que jugarse aprovechando los meses de verano, época en la que por distintos motivos la gente concurre masivamente a los clubes de la ciudad. Esta posición en muchas oportunidades se le hizo saber a los dirigentes de la Asociación Rosarina. Ellos fueron los que por intermedio de una asamblea se la dieron a conocer a los presidentes y/o delegados de todas las instituciones, pero parecería que estos no entendieron el mensaje y resolvieron pasar por alto los dos primeros meses del año para disponer reanudar los torneos oficiales recién en marzo. Lo cierto es que resulta una picardía dejar sin básquetbol por dos meses, cuando la prédica de jugar los meses de verano había picado en la gente que en gran número, por lo menos hasta una semana atrás, concurría a presenciar los juegos. Muchos dirán que durante enero y febrero los jugadores y mucha gente se va a veranear. Con la actual situación económica la pregunta vale: ¿serán tantos? Es lamentable que se desaproveche una oportunidad como la presente, porque una vez que se consiguió que el público regrese a las canchas, con un parate como el que se va a atravesar mucho va a costar, cuando los certámenes se reanuden allá por marzo, volver a encontrarse con los escenarios colmados de público, aunque para esa época los torneos superiores entren en su etapa de definiciones. Todavía se está a tiempo de dar marcha atrás y ponerse de acuerdo para que en la segunda mitad de enero y en todo febrero haya básquetbol oficial en las noches de Rosario. Si la Liga Nacional continúa su desarrollo sin recesos, ¿por qué en esta ciudad no podemos hacer lo mismo? O.L.
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