Tres semanas atrás, Juan Antonio Pizzi dudó por primera vez. Desde que dijo en la época de Bauza que terminaría su carrera en Arroyito, jamás dejó lugar a que se piense lo contrario. Pero aquel día, luego de un entrenamiento en el Gigante, el referente del plantel canalla vaciló, aunque nadie podía suponer entonces que en tan poco tiempo estaría armando las valijas para cambiar de camiseta. En efecto, Central ya no lo tendrá para el próximo campeonato Clausura sino que desde el 5 de enero defenderá los colores de Villarreal de España en el estadio El Madrigal ante Sevilla, mientras que el 9 estará enfrentando a Athletic de Bilbao por los cuartos de final de la Copa del Rey. El próximo domingo estará embarcando rumbo a España y no jugará la última fecha frente a River Plate el jueves, por lo que su despedida de los hinchas fue con el gol del empate frente a Chacarita en el Gigante, en la última fecha disputada.
Ya está todo acordado entre el jugador y el consejero deportivo del club hispano, José Manuel Llaneza, como también con Central (dueño de su pase), que no tiene posibilidades de retenerlo por la deuda que tiene con el jugador. Sólo resta la firma del contrato que lo ligará por seis meses a préstamo y con una opción a determinar, algo que se resolverá hoy cuando el representante del futbolista, Ricardo Schlieper, se reuna con el vicepresidente Juan Carlos Campagna y el tesorero Jorge Sauan.
Lo que ingresará a Central por el préstamo (unos 500.000 dólares) irán al bolsillo de Pizzi, quien a su vez le devolverá al club los documentos incobrables que tenía en su poder por la venta de Ezequiel González al casi quebrado Fiorentina.
Central se ahorrará en el próximo semestre el dinero que le costaba el jugador más caro del plantel, mientras que Pizzi percibiría en Villarreal lo que cobraba en Arroyito.
Villarreal se apuró en contratar a Pizzi para reemplazar al lesionado Martín Palermo, quien se está recuperando de una fractura de tibia y peroné y no jugará por el resto de la temporada. En el medio se mencionaron varios nombres (Zamorano, el noruego Flo, el Pampa Sosa) que fueron para distraer. Es que las negociaciones por el jugador auriazul ya estaban encaminadas desde hace unas semanas.
Pizzi se va. Por eso el misterio, que se transformó en ocultamiento, de la última semana en la que sólo concurrió a un entrenamiento y en la que ningún integrante del cuerpo técnico supo explicar por qué, quizás una muestra más de la realidad que caracteriza a Central en estos últimos tiempos. Es que el goleador, el jugador quizás más importante del plantel, parte casi entre gallos y medianoches.
Si esa no fue la intención, todo fue muy desprolijo como para pensar lo contrario. Es que hasta ayer, en el último entrenamiento auriazul hasta el del próximo miércoles, el técnico Daniel Teglia no dio la información precisa de que la ausencia de Pizzi se debía a que estaba organizando en Santa Fe su partida a España. El viernes y sábado directamente dijo que el jugador no lo había llamado para informarle que no entrenaba y ayer sostuvo que dialogó con él pero fue muy vago en los argumentos.
¿Pizzi volverá a Central después del 30 de junio o terminará su carrera en otro lado? Difícil saberlo hoy. Por lo pronto, el cuerpo técnico que quede tendrá que buscar otro goleador y la palabra empeñada por Juan fue puesta en duda.
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La Ciudad
