Un remisero de Villa Gobernador Gálvez fue baleado por tres delincuentes que lo asaltaron cuando los trasladaba hacia la zona oeste de Rosario. Los ladrones le robaron la recaudación y le dispararon a quemarropa porque aparentemente se resistió al robo. La víctima salvó su vida de milagro, ya que la bala le ingresó por debajo de la nariz y quedó alojada entre la tráquea y la columna vertebral.
José Luis Arrieta, de 38 años, es chofer de la empresa Cinco Estrellas de Villa Gobernador Gálvez y conducía un Renault 9, patente AEL 278. El viernes trabajaba como lo hacía habitualmente en horario nocturno. Según fuentes policiales, el chofer había llegado al centro de Rosario trasladando a unos pasajeros desde su ciudad. Al momento de regresar se encontró con que tres jóvenes le hicieron señas para que se detuviera en Mendoza y Paraguay.
Al levantarlos, los pasajeros pidieron ir hasta Matienzo y Rioja. Pero durante el trayecto uno de ellos sacó un arma y lo hizo desviar hacia una villa miseria de la zona oeste. Después lo hicieron detener y le sustrajeron la billetera con unos pocos pesos de la recaudación. Entonces sobrevino la agresión. Las fuentes consultadas no pudieron establecer si el chofer intentó resistirse violentamente al asalto, pero lo cierto es que fue baleado a quemarropa en la cabeza.
Escape a pie
Los delincuentes huyeron a pie y hasta ayer a la tarde no habían sido ubicados. La víctima, que según algunos testigos no perdió en ningún momento la conciencia, fue socorrida por una ambulancia del Sies que la trasladó al Hospital Clemente Alvarez. Allí los médicos diagnosticaron que el proyectil había penetrado por la cara y quedó alojado entre la columna vertebral y la tráquea. Increíblemente, Arrieta ingresó lúcido al hospital y en ningún momento perdió el conocimiento, según contó su madre, Justina, en diálogo con La Capital. Los médicos le practicaron ayer a la mañana una tomografía, pero no pudieron establecer un diagnóstico preciso debido a la inflamación que presentaba la zona lesionada.
El primer informe que los facultativos le brindaron a los familiares ayer a la mañana fue que Arrieta estaba compensado y que por el momento era "muy riesgoso" someterlo a una operación para extirparle el proyectil. "Para sacarle la bala hay que esperar el resultado de la segunda tomografía", dijo la madre, conmovida por el estado de su hijo.
"José Luis nació de nuevo", manifestó Paulina, una tía del chofer baleado. Arrieta nació y vivió toda la vida en el barrio de Villa Diego, prácticamente frente al Frigorífico Paladini. Antes de trabajar como remisero, José Luis fue colectivero en una de las líneas urbanas de la ciudad. A partir del fallecimiento de su padre, hace 3 años, se transformó en el único sostén económico de la familia.
La madre del chofer cobra una pensión de 100 pesos y su hermano menor se encuentra actualmente desocupado. "Acá en el barrio todos lo conocen como el Pollo y es una excelente persona que trabaja día y noche para ayudar a la familia", remarcó Paulina.