Año CXXXV
 Nº 49.339
Rosario,
domingo  23 de
diciembre de 2001
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La sucesión. La falta de acuerdo político postergó los anuncios económicos
No se pagó un vencimiento de la deuda
Lo admitió Puerta. Rodríguez Saá provincializará el Pami y prometió crear un millón de empleos

La falta de acuerdo político que obligó a postergar la asunción de Adolfo Rodríguez Saá como presidente trabó el anuncio de las medidas económicas que adoptará el nuevo gobierno para atender los temas urgentes que se le vienen encima. En una jornada cargada de reuniones, en las que el futuro de la convertibilidad, las restricciones financieras, la deuda y la asistencia social se cruzaron con las negociaciones previas a la Asamblea Legislativa, hubo señales, trascendidos y una sola definición: la suspensión del pago a los acreedores externos. Así lo admitió el mandatario interino, Ramón Puerta, al confirmar el incumplimiento de un pago que vencía ayer.
Del programa de Rodríguez Saá trascendieron algunos trazos gruesos:
* Se reducirán a cinco los ministerios en el marco de un plan de austeridad del gasto. Entre ellos, cae el Ministerio de Economía, que será reemplazado por una Secretaría de Hacienda, a cargo del ex Bapro Rodolfo Frigeri.
* Desaparecerán las carteras de Salud, Educación y Acción Social. Un área de coordinación se encargará de trabajar con las provincias, que actualmente atienden ese tema.
* Transferir el Pami a las provincias.
* Creación de un millón de empleos mediante planes forestales y obra pública.
Sobre el futuro de la convertibilidad y la inmovilización financiera no trascendieron medidas concretas. Según trascendió la idea generalizada era mantener ambos esquemas y apelar a la emisión de bonos para crear liquidez en la economía.
Con el gobierno aún en manos de Ramón Puerta, el ministro interino de Economía, Jorge Capitanich, y el secretario de Hacienda, Oscar Lamberto, siguieron abocados ayer a la tarea primordial de estas horas: bucear en las arcas sociales para obtener fondos que les permitan atender la emergencia social y garantizar el pago de los sueldos de diciembre.
Capitanich confirmó que ya se enviaron a las provincias 4,5 millones de pesos y que espera que al lunes próximo se hayan distribuido fondos por 18 millones para atender la crisis en las zonas más críticas. Aunque admitió que se prevé una nueva caída de la recaudación en diciembre, se mostró optimista respecto al pago de salarios a empleados públicos y de haberes a jubilados, correspondientes a este mes.
Aunque no dio mayores precisiones sobre el futuro de las restricciones financieras, sí recordó que "hay una ley aprobada por el Congreso" para que se elimine el tope de extracciones en las cuentas sueldos de trabajadores y jubilados. La idea generalizada de los dirigentes que trabajan junto a Rodríguez Saá era mantener las normas de inmovilización bancaria para el resto de las cuentas.
Respecto de la deuda, Puerta confirmó por la noche que no se había pagado el vencimiento de la deuda que operaba ayer porque "nos esperan hasta el miércoles". También señaló que un funcionario de la Secretaría de Hacienda viajará a Washington para reunirse con autoridades del FMI y el gobierno de Estados Unidos.
La suspensión de los pagos de la deuda goza del consenso generalizado entre los gobernadores y legisladores que hoy están piloteando la crisis. "De hecho el default lo produjo el presidente saliente", dijo el bonaerense Carlos Ruckauf en Casa de Gobierno. En eso coincidió el presidente de la Unión Industrial Argentina, Ignacio de Mendiguren: "Hay que sincerar la economía, hace años que el país cancela deuda con más deuda". De Mendiguren concurrió ayer a Casa de Gobierno para participar de una reunión a la que habían sido convocados los empresarios.
El cónclave se diluyó con el estancamiento de los acuerdos para definir las características del nuevo mandato presidencial. Más temprano sí se realizó un encuentro entre Capitanich, Lamberto, Frigeri y un grupo de diputados y senadores justicialistas. Tras escuchar de boca del ex secretario de Finanzas Daniel Marx, un panorama de los vencimientos de deuda, se abocaron a discutir el nuevo plan.
Hubo consenso en torno de avanzar en una profunda reingeniería fiscal, tanto por el lado de los impuestos como el de los gastos. También trascendió la decisión del nuevo presidente de avanzar en un plan de infraestructura con el objetivo de crear un millón de empleos, y se avanzó en la idea de avanzar en bonización de la economía como fórmula de mantener una convertibilidad con muletas en el mediano plazo.
Rodríguez Saá se pronunció a favor de mantener la paridad uno a uno con el dólar, aunque Lamberto puso en duda la posibilidad de mantener la la convertibilidad con el actual nivel de reservas.
El santafesino recordó que "para esta discusión no hay mucho tiempo" y aseguró que el gobierno justicialista "no va a cometer ningún exabrupto" que cambia la condición patrimonial de la gente.
"Habrá que evaluar si la salida de la convertibilidad necesariamente tiene que ser un proceso de deterioro del valor de la moneda, porque se puede tener una moneda fuerte con equilibrio fiscal sin necesidad de tener una moneda convertible", dijo.



El programa económico tiene todavía trazos gruesos.
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