La confianza de los rosarinos sigue en baja

El ánimo de los consumidores está en el peor nivel de los últimos tres años. El indicador cayó un 15% en un mes

El Indice de Confianza del Consumidor (ICC) para Rosario correspondiente al mes de diciembre es el más bajo de los últimos tres años y profundiza la caída de este indicador desde abril de 2001. Así lo revela la medición realizada por la Fundación Libertad que marca un retroceso del 15 por ciento respecto de la cifra del mes anterior.
El ICC continuó su descenso vertiginoso en diciembre y cayó 3,91 puntos, lo que significa un variación del orden del 15% con respecto al mes anterior. La caída más importante que se puede observar es en las expectativas de los consumidores al evaluar la situación macroeconómica del país a corto plazo.
Este subíndice exhibe un descenso que alcanza el 29,3% y que denota el pesimismo de los rosarinos al observar el futuro inmediato de la economía.
Así es que, mientras el 11,2% de los consultados en el mes de noviembre manifestaban que la economía mejoraría en el 2002, en la actualidad sólo un 8,6% tiene esa visión positiva. Según la Fundación Libertad, esta baja pude ser interpretada como un consenso en torno a la profundización de la crisis.
En tanto, el impacto en las expectativas a largo plazo fue menor aunque no menos importante ya que cayó un 23,34%. En este caso, el porcentaje de rosarinos que espera que la situación económica mejore en el mediano plazo (dentro de 3 años) cayó el 22,3% al 15,3%, mientras que la proporción que espera un empeoramiento se incrementó en torno del 15%, superando la barrera del 50 %.

Electrodomésticos no, casas sí
El subíndice que evalúa la predisposición a comprar electrodomésticos mostró otra fuerte caída, del orden del 23,04%, debido a la gran cantidad de rosarinos que piensan que no es un buen momento para adquirir esos bienes. En tanto, la predisposición a comprar casas y automóviles experimentó la única suba del ICC parcial, con un comportamiento positivo del orden del 56%. Esta actitud puede entenderse en el contexto de las medidas que determinaron la bancarización compulsiva y las fuertes barreras de acceso a los ahorros en efectivo.
Finalmente, la Fundación Libertad consideró algunos aspectos que tienen que ver con la caída de la confianza durante la gestión de De la Rúa. Por un lado, la gran cantidad de anuncios económicos buscando adhesión tuvieron cada vez menos margen de credibilidad y más incertidumbre. El ciclo de expectativas se agotó con el paso de tiempo y los años de recesión hicieron que los consumidores reaccionaran de dos maneras: postergaron sus decisiones de compra en espera de un contexto macroeconómico con mayor previsibilidad, y por otro lado salieron a comprar por la acumulación de necesidades no satisfechas de bienes y servicios.