¿Qué tan austera es Santa Fe? Se dice con razón que las actuales discusiones sobre la futura política cambiaria de Argentina no deben oscurecer aspectos centrales de la administración del país. Entre ellos un manejo de las finanzas públicas austero y a la altura de las complicadas circunstancias. En numerosas ocasiones se ha elogiado a la actual gestión de la provincia por un comportamiento fiscal prudente. De hecho, el gobierno ha hecho de esto prácticamente su única carta de presentación tanto a nivel nacional como local. Es importante reconocer que las cuentas públicas de la provincia son mucho mejores que las de varios distritos, por ejemplo, la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, no son tan buenas como las de otros, por caso San Luis, Santa Cruz o aun La Pampa.
La semana pasada el gobierno provincial envió un proyecto de presupuesto a la legislatura provincial -que fue aprobado el jueves en una sesión relámpago- que presenta varias características destacables y algunas sorpresas.
* En comparación con un Estado nacional que tenía previsto antes de la renuncia de De la Rúa hacer recortes de 9.200 millones de pesos, es decir una reducción de casi el 19%, el Estado provincial propone un recorte de tan sólo 79 millones de pesos, es decir, apenas el 2,4%. No suena como el gran ajuste que se anunciaba.
* Este recorte mas que modesto se compadece con importantes aumentos de ciertas partidas dentro del presupuesto, como las del Ministerio de Hacienda (15,5%) o la Defensoría del Pueblo (36,3%).
* Esos aumentos significativos hacen que se deba profundizar el recorte en partidas para educación (-5,6%), vivienda (-33,3%) y obras públicas, o en otras que representan mucho menos del presupuesto provincial. Un caso es el Aeropuerto Internacional Rosario, con una caída de 14,4% en su presupuesto.
* Las reducciones de los presupuestos de Diputados y Senadores alcanzan apenas al 18 y el 15%, respectivamente. Este hecho es sorprendente ya que las reducciones prometidas y publicitadas por el gobierno provincial para el Parlamento alcanzaban al 30%.
* Este modesto recorte se hace en el supuesto de que el BID efectuará los desembolsos de los créditos correspondientes a la provincia de Santa Fe. Sin embargo, como ya lo anunciara, el BID condicionó esos desembolsos a que el FMI destrabe el desembolso que se negó en diciembre al gobierno federal. Como es de público conocimiento, esto es improbable, por lo tanto el supuesto debería ser el contrario: que los fondos no van a llegar.
* El presupuesto (por alguna razón que escapa al entendimiento tanto de los especialistas como del público general) pronostica un crecimiento para el año que viene del dos por ciento, cuando los organismos internacionales y las consultoras pronostican caídas del PBI. ¿Santa Fe va a ser la única provincia del país que va a crecer? Ese sí que sería un logro.
En suma, el presupuesto santafesino presenta un recorte de gastos muy modesto, especialmente los ligados al gasto político, presenta aumentos en varias partidas, supone que va a recibir un crédito que hoy está supercongelado y dice que va a reducir el déficit (que sigue sin eliminar) porque el año que viene va recaudar mas ya que la economía santafesina va a crecer.
Si no fuera triste sería gracioso. No es casual que el hecho que más sorprendidos tiene a los extranjeros por estos días sea el grado de resistencia de la clase política a someterse al ajuste. El patético caso del Senado nacional es la muestra mas acabada. Parecen estar vacunados contra el realismo. Insisten en combatir el antrax con antifebriles.
Gobernando hasta el 99 un distrito rico como la Ciudad de Buenos Aires, De la Rúa instituyó una marca registrada que los medios bautizaron como "hacer la plancha", es decir la política de la inacción, de no cometer errores, de esperar que se equivoque el contrario. Hacer un culto del "orden" y del bajo perfil.
¿Estamos hoy para hacer la plancha en Santa Fe? En la provincia empezaron los saqueos. Ya son las seis, Santa Fe, ¿vas a seguir durmiendo la siesta?