Un boliche para visitar en Buenos Aires

En la calle Del Valle Iberlucea, en el barrio porteño de La Boca, ya es una costumbre contar a los visitantes que por allí caminó el socialista Alfredo Palacios cuando fue elegido diputado de la Nación. "No era habitual que un político charlara tan de cerca con la gente", dicen los viejos vecinos.
En esa misma calle el artista plástico Omar Gasparini instaló en una casona de fines del 1800, con cierto estilo de la arquitectura genovesa que trajeron los inmigrantes, un taller de arte de imaginería popular. Y le adosó un bar para que la gente pudiera crear, charlar, compartir cosas.
La vieja casona que eligió había sido residencia de una aristocrática familia, conventillo, taller de costura, sede de una unidad básica y centro de jubilados. El talento de Gasparini, escenógrafo del teatro Catalinas, le puso a la fachada, además de luces y colores, la ternura de sus famosos muñecos.
Son muñecos realizados en liviano telgopor, entelado y pintado, como los que están frente al Parque Lezama. Ahora, convertido en "restaurante-arte-bar", el Boliche de los Imagineros es el lugar preferido de los buenos gourmets de la ciudad. Y para los turistas puede ser el complemento ideal de la visita a la Bombonera, reducto de la pasión boquense, y de una vuelta por Caminito y la feria de antigüedades.
En el pequeño restaurante las paredes están cubiertas por cuadros de Gasparini y otros artistas, y en la cocina, el arte culinario es responsabilidad de un equipo de jóvenes chefs egresados del Instituto Argentino de Gastronomía.
Como buena ciudad portuaria, en este boliche la especialidad son los pescados y los mariscos. El Boliche de los Imagineros está en Del Valle Iberlucea 1158, teléfono [phone], en Internet: www.imagineros.com.ar