En el barrio Villa Las Rosas, en los suburbios de Salta, hace 35 años los vecinos crearon una ciudad de Navidad que se convirtió en uno de los pesebres vivientes más importantes de América Latina. El telón de este inmenso escenario natural, de unos 3.000 metros cuadrados, se levantará puntualmente, a las 21, del 25 de diciembre, cuando un grupo de niños vestidos de ángeles lleguen celebrando la Navidad. Entonces se escuchará la música, comenzarán los diálogos y las luces iluminarán la escena. Y los actores renovarán la emoción y dejarán un mensaje de paz, unión y esperanza. Este año unos 300 actores pondrán en escena diez funciones en las que hombres y mujeres, niños y jóvenes, actuarán escenas y pasajes bíblicos, desde la creación del mundo, con las figuras emblemáticas de Adán y Eva, hasta Moisés y el diluvio universal, pasando por la conmovedora Anunciación del angel Gabriel a la Virgen María, el nacimiento de Jesús y la Adoración. Elsa Pastrana de Ortín, del centro vecinal de Villa las Rosas, habló de esta convocatoria anual, destacando "la voluntad de la gente de seguir, a pesar de los tiempos difíciles que vivimos, con este pesebre que ya es una tradición de los salteños". El director artístico del espectáculo es Javier Miranda Gómez, quien tiene la responsabilidad de dirigir los movimientos de los 300 actores y lograr la perfección en cada muestra. Miranda Gómez adelantó que para la escena de la Adoración imaginó niños bailando, vestidos con trajes típicos de diversos países, mientras se escuchan los acordes de la Misa Criolla, del músico Ariel Ramírez.
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