Después de tantos vaivenes y sin omitir el difícil momento que atraviesa la actividad hípica, el hipódromo Independencia "llegó al disco" indemne, finalizando la temporada 2001 con una nutrida programación (que debería repetirse durante todo el año). La cartelera rosarina constó de ocho atractivos cotejos, siendo el tradicional clásico Clausura, la prueba que dominó el panorama.
De la misma tomó parte un compacto y destacado lote de milleros, de los cuales algunos, tenían cuentas por saldar. Y así fue nomás, ya que Moquehué, cumpliendo al pie de la letra el viejo adagio que rezaba "la venganza es el placer de los dioses", se tomó la merecida revancha ante los adversarios que lo habían precedido en la anterior salida, tales los casos de Legal Time y El Burlador (arribaron 13º y 14º a casi 15 cuerpos), quienes ayer fueron apabullados por el vencedor.
El descendiente de Alydar's Groom cerró un año a todas luces brillante y además, ratificó que es uno de los mejores exponentes de nuestro medio. Corre en cualquier distancia, en cualquier piso y ante los rivales que le pongan enfrente.
Y ayer no fue la excepción. Juan Carlos Torres, jockey que lo conoce a la perfección repitió la modalidad que más le gusta al defensor del stud Marisel y lo sufrieron sus ocasionales adversarios, quienes no pudieron contener su poderosa carga final.
El desarrollo
Formalizada la competencia, Gold Soberbio y El Burlador salieron prestos para asumir el comando, pero a los pocos metros y pese a la suelta incómoda, el tordillo Legal Time se apoderó de la punta, dejando como escoltas a ambos, mientras más atrás se desempeñaban -de los palos hacia afuera-, Pañol, La Fini y Moquehué.
Sin muchas variantes de significancia, desandaron la recta opuesta con Legal Time que aún mantenía la delantera, aunque ahora con pequeño margen sobre sus perseguidores, en tanto, el pupilo de Conrado Fuentes, comenzaba a progresar en el trámite.
Al ingresar en el derecho final, Legal Time sintió el esfuerzo y fue presa fácil de Pañol -primero- y a renglón seguido de Moquehué, quienes se juntaron para dirimir el pleito a partir de los 350 finales. Sin embargo la lucha no fue tal, ya que Pañol no pudo resistir el embate de Moquehué, quien lo superó con facilidad, para poner 4 cuerpos al cruzar el disco. Todo transcurrió en el buen registro de 1' 38'' 03c para los 1.600 metros.
Deseos de un promisorio 2002
Luego de desarrollado el cotejo jerárquico, José María Quijano -en nombre de la Comisión de Carreras del Jockey Club-, visitó el palco de periodistas para expresar el reconocimiento a la labor realizada por la prensa especializada durante la temporada y además, dejó entrever una posible salida hacia la reactivación de la tan castigada actividad turfística local.
La Ciudad
