Los partidos entre Vélez-Racing y River-Rosario Central, de cuyos resultados depende la definición del campeonato Apertura de fútbol, se jugarán el próximo jueves a las 17, confirmó ayer el ministro de Interior interino, Miguel Angel Toma. En tanto, los tres cotejos correspondientes a la 25ª y última fecha de la Primera B Nacional, que podrían decidir un ascenso a la A, lo harán ese mismo día a las 19. La resolución fue adoptada ayer al mediodía tras una reunión realizada en la Casa de Gobierno, en la que Toma garantizó la seguridad para que se desarrollen los encuentros deportivos. De la reunión, participaron el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona; dirigentes de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) y directivos de los clubes implicados. La reunión en Casa de Gobierno se produjo luego de que anteanoche el secretario general de la FAA, Sergio Marchi, informara que los partidos previstos para la semana próxima no se iban a jugar, debido a los graves acontecimientos ocurridos en los últimos días en el país. "Queremos privilegiar el bienestar de la gente por sobre los intereses personales y una justa deportiva", expresó Marchi, tras la reunión mantenida por los dirigentes de FAA, quienes le solicitaron a la AFA "no jugar los torneos Apertura y B Nacional hasta el 1, 2 y 3 de febrero de 2002". Grondona criticó la decisión de FAA de no prestar servicios hasta el próximo año y consideró a la medida de "apresurada, pues perjudica a muchos otros sectores". A partir de esa determinación de FAA, se intensificaron las reuniones y finalmente cerca de la 1 de la madrugada se llegó a un principio de acuerdo para jugar los partidos, siempre y cuando estuvieran garantizadas las medidas de seguridad. Un signo de ello fue que el entrenador Reinaldo Merlo decidió que los futbolistas de Racing quedarán concentrados y se entrenaron normalmente ayer por la mañana. Ayer a la mañana las partes involucradas se reunieron con Toma quien dijo -tras la reunión- que "se ha garantizado la seguridad para que los cinco partidos se puedan jugar". Toma habló con el ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, Juan José Alvarez, y con el gobernador de la provincia de Mendoza, Roberto Iglesias -donde se jugarán los partidos- quienes le confirmaron que se dispondrá la seguridad necesaria. "Se está realizando toda la coordinación necesaria. Un partido siempre tiene dos instancias, una dentro del estadio y otra con el festejo y mucho más porque acá se está definiendo un campeonato. Así que vamos a extremar las medidas", explicó el ministro. Sobre la medida tomada por FAA, que no quería jugar los partidos, Toma dijo que "se adoptó una medida en el momento que existía un contexto de conmoción que hacía justificable y hasta de sentido común adecuarse a esa realidad y tomar la decisión que tomaron". "Pero evidentemente hoy no estamos en las mismas circunstancias y la situación de violencia ha cedido y ustedes son testigos que prácticamente ha desaparecido y por eso no hay ninguna razón que se vaya a dar de otra manera", añadió. En cuanto a la vigencia del estado de sitio en la provincia de Buenos Aires, explicó que esto "no implica toque de queda sino la suspensión de algunas de las garantías constitucionales, de modo que las fuerzas de seguridad puedan detener a personas que adopten aptitudes reñidas con una conducta razonable e inmediatamente ponerla a disposición del Poder Ejecutivo". "Esto no implica en este momento una restricción de otra naturaleza como no sea una potestad especial que tienen al efecto de prevenir una situación anormal", aseveró. Finalmente, concluyó que "todos las partes han contribuido para que la gente se alegre y tenga la posibilidad de ver nuevamente fútbol". (Télam)
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