Año CXXXV
 Nº 49.339
Rosario,
domingo  23 de
diciembre de 2001
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El músico editó "11 episodios sinfónicos", un álbum que repasa sus éxitos
Gustavo Cerati: "Este disco no es cómodo ni fácil"
El cantante aseguró que su nuevo compacto es una "quijotada" y dijo que le gusta compartir su trabajo

Rodolfo Montes

Gustavo Cerati grabó un disco sonoramente exuberante, con una orquesta clásica integrada por 43 músicos, constituida especialmente para acompañar sus célebres temas que marcaron a toda una generación en las últimas dos décadas.
El trabajo se denomina "11 episodios sinfónicos" y es el primero de la colección Buenos Aires Classic que puso en marcha la compañía BMG, sin aclarar quién o quiénes sucederán a Cerati en el futuro.
El músico que lideró Soda Stereo, una de las bandas más exitosas de la escena nacional de los últimos 20 años, agrega con este disco un nuevo experimento a su diversidad artística. Con 42 años también actuó por primera vez una película, "Más bien", y ahora incursiona en el mundo de la música clásica. "11 episodios sinfónicos" fue grabado en vivo el pasado 6 de agosto en una función en el teatro Avenida de Buenos Aires ante unos 400 fans. También se realizó una filmación del concierto.
Después de ver el trailer de "11 episodios sinfónicos" en una sala de cine en el barrio del Abasto, el cantante habló con Escenario. Lúcido y analítico, sin posar como estrella de rock, definió su trabajo como "un disco estricto donde no se incluyeron sintetizadores ni me colgué la guitarra. Es de carácter romántico". Y agregó: "Estoy viviendo un tiempo de mayor madurez, aunque tengo las mismas ganas que cuando era adolescente".
-¿Qué variaciones, desde lo artístico, ofrece integrarse con una sinfónica?
-La dinámica que te ofrece trabajar con una sinfónica, en mi caso cantando, tiene bastante de quijotada. Los resultados son muy placenteros cuando podés plegarte y movilizar esa dinámica que implica relacionarte con tanta gente tocando. El poder que tiene una sinfónica, o incluso su suavidad y melancolía, en determinados momentos es inigualable y consigue un gran impacto.
-¿Con la orquesta se acentúa cierta épica de tus temas clásicos, la poesía se vuelva más heroica?
-Son sensaciones, pero tal vez los estribillos heroicos de algunas canciones se vuelvan más heroicos todavía en estas versiones.
-¿Grabar un álbum clásico supone llegar a otro público?
-No sé muy bien a quién va dirigido este material. Normalmente no hago los discos partiendo de esa preocupación. En este caso sí sé que es un disco extraño, difícil de pasar por radio, por ejemplo. Aunque también es un hecho en sí mismo, fue grabado en vivo en un concierto con una orquesta.
-¿Por qué el disco puede ser un suceso a pesar de no estar claro para quién va dirigido?
-Por el concepto del disco, por cómo suena, y por esa idea algo fantasiosa que perdura a través de los temas y que le da un marco como más cuentista. Esto se produce por los arreglos, por la pomposidad y también porque estoy yo en el medio cantando canciones que la gente ya conoce.
-¿Tu convergencia artística con la orquesta fue sencilla?
-Lo que me propuse fue tratar de hacer un papel decoroso cuando tuve que cantar con todos los músicos. La experiencia fue excelente porque al momento del concierto todo explotó, se veía en las caras de la gente, hubo una energía que me permitió conectarme y no preocuparme por ese temor previo de hacer un buen papel y cantar bien al momento del concierto.
-¿Qué te sorprendió del trabajo con los músicos?
-Hay una diferencia cuando cantás con una sinfónica. En un punto los músicos también van acompañando la voz y esto al cantante le da mayores responsabilidades. No hay un tempo claro, marcado por una batería, como ocurre en una banda de rock.
-¿Empezaron por algún tema probando, para ver cómo quedaba?
-"Canción animal" fue el primer tema que preparamos y fue el que marcó el tono de todo el trabajo. Los temas que más me gustan son los que tienen mucho dinamismo, que alcanzan gran intensidad y luego bajan de golpe.
-¿Cómo hicieron para elegir los once temas?
-El criterio de selección fue tomar canciones de distintas épocas, como para no quedar ligados a un disco en particular. Después los fuimos preparando y probando cómo quedaban, una especie de segunda selección donde algunos temas quedaron afuera porque no nos resultaron satisfactorios.
-¿Cómo y cuándo se gestó la idea de este disco clásico?
-Desde que grabé "Verbo carne" con la Sinfónica de Londres me di cuenta que podía intentar ampliar esa experiencia. En esa oportunidad quedamos bastante azorados por lo que pasaba, aunque nos dimos cuenta que reunir cincuenta personas para tocar es todo un desafío. Pero lo hicimos, reunimos a los músicos uno a uno, y eso dio un plus de belleza al trabajo, se nota. Más práctico hubiera sido hacerlo con una orquesta previamente formada, pero hubiéramos perdido calidez.
-¿Te sentís conforme con haber presentado un proyecto riesgoso por lo atípico de su concepto?
-En este momento donde nadie quiere dar un paso, es importante sacar cosas que estaban dando vueltas y no dejarlas pendientes. Para mí este año ocurrieron cosas importantes, porque terminé cerrando proyectos que estaban pendientes de realización. Con Alejandro (Terán) teníamos este trabajo emocionalmente pendiente. En este caso la idea viene de Diego Sáenz, que hace como seis años comenzó a proponer la posibilidad de hacer algo sinfónico que cuadró con nuestro deseo. También la gente estuvo dispuesta a producirlo en un año muy difícil. Además me doy cuenta que me gusta compartir los trabajos, algo no habitual en mi carrera. Esto me reconforta.
-¿Imaginás ampliar tu llegada al público?
-Supongo que habrá mucha gente que encuentre en este trabajo un interés que no encontraba antes en mis discos, con otras instrumentaciones. No pienso mucho en eso, sólo disfruto de la devolución de la gente, que me parece buenísima.
-¿Puede un trabajo de este tipo tener una difusión importante?
-En cuanto a la difusión del trabajo estoy conforme, lo pasan en la radio. Incluso me parece valorable que se meta como una cuña entre las propuestas de rock y pop que están con una sobreproducción, a un volumen muy alto y sin dinámica, que terminan por saturar. Creo que estamos necesitando bajar los decibeles y escuchar música de otra manera.
-¿Classic marca un repliegue hacia un tipo música indiscutido ante la falta de propuestas?
-No lo creo. Respeto el nombre "Classic" con que se ha titulado el trabajo, pero de verdad no tiene nada de tradicional ni de clásico. La intención no fue ser clásico, los arreglos tienen una modernidad muy clara. Es un álbum bastante jugado, con pocos antecedentes y referencias, sin parecido a nada, no es un disco cómodo ni fácil.
-¿Por qué "Episodios sinfónicos"?
-"Episodios sinfónicos" quedó desde el boceto inicial. Creemos que expresa mejor la intencionalidad fílmica y de relato.
-¿Desde aquí habrá un nuevo rumbo artístico en tu carrera?
-Este proyecto es extraordinario, en pleno sentido del término. Fue difícil de concretar. No me veo haciendo este tipo de trabajos de ahora en más por el resto de mi vida. Sí me veo tomando en cuenta la experiencia y capitalizando cierta valentía para encarar hacia futuro otras cosas diferentes o derivadas de este trabajo.
-¿Es verdad que vas a grabar un tema para el programa "Fútbol de Primera"?
-Es verdad que voy a participar en unas cortinitas para ese programa, donde también habrá otros músicos. Igualmente quiero aclarar que no tengo ninguna pasión futbolera, ni por Racing ni por otro equipo. Alguien publicó que yo era fanático y es falso.



Gustavo Cerati grabó junto a una orquesta de 43 músicos.
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