Uno de los pasajeros del micro intentó reducir a uno de los delincuentes tomándolo del cuello. El hombre aprovechó una distracción del ladrón, que había guardado su arma en un bolsillo del pantalón. Pero de inmediato le colocaron un revólver en la cabeza. "Largalo porque te quemo", le gritó uno de los cómplices y lo obligó a cesar el forcejeo. En tanto, una muchacha que también integraba el pasaje sufrió un desmayo como consecuencia de la tensión nerviosa. Por otra parte, antes de huir los ladrones accedieron a la solicitud de otra mujer, que sufre de asma y pidió que no le robaran el inhalador.
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