Omar Bravo
El PJ gambeteó ayer los riesgos de su interna multicolor y despejó las dudas institucionales inmediatas al ungir al puntano Adolfo Rodríguez Saá. También activó el reloj electoral para que dé la hora el domingo 3 de marzo, cuando presentará su mejor oferta de candidatos, incluido Carlos Reutemann, aunque él prefiera no hacerlo público todavía. Esta noche, después de la Asamblea Legislativa, se conocerán las medidas económicas con las que el nuevo gobierno provisorio hará frente a la grave crisis. Nadie podrá reprocharle al PJ falta de celeridad. Entre la aceptación de la renuncia a Fernando de la Rúa y los anuncios, apenas pasaron siete horas. Desde temprano toda la expectativa se depositó en el Congreso, sede del poder político real tras el colapso aliancista. Tal como La Capital publicó ayer, los dos bloques peronistas arrancaron la jornada con divisiones intestinas, según la opción de llamar o no a elecciones anticipadas para que el presidente que surgiera tuviese un alto respaldo popular. Hasta media tarde eran partidarios de convocar a comicios los dos senadores del PJ por Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, San Luis, Santa Cruz, junto a Río Negro, Chaco y Chubut (uno por provincia). Mendoza y Entre Ríos tenían opiniones dividas y La Pampa y San Juan no se definían. Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Formosa, Misiones y Corrientes preferían completar el mandato hasta el 2003 con alguien ungido por la Asamblea Legislativa. Este grupo sostenía que llamar hoy a elecciones bien podría ser una invitación a la anarquía, en especial si el resultado obligaba a un ballottage. Estas provincias parecían avanzar también en Diputados y sumaban a la UCR, que no quiere oir hablar de comicios. Los primeros nombres de los candidatos no tardaron en aparecer. Un trío de las provincias grandes integrado por Oscar Lamberto, Juan Carlos Maqueda y Eduardo Camaño rondó Pasos Perdidos. Esclavo de sus propias palabras, comenzó a salir del bolillero Ramón Puerta, quien siguió repitiendo su muletilla: 48 horas. También surgió Rubén Marín, quien dijo que no. Rodríguez Saá empezó a ganar terreno. Desde la llegada de los gobernadores, el PJ unificó su discurso. Rodríguez Saá ya era número puesto a pedido de las provincias grandes. La Capital preguntó a un alto dirigente del PJ si Reutemann se presentará como candidato. "¿Por qué no? Vamos a trabajar para que lo sea", respondió. Otros comentaban que para una interna civilizada y breve, a través de la ley de lemas, la fecha del 3 de marzo se presenta como un traje hecho a medida para el Lole (ver página 9).
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