Las delegaciones que participan de la XXI Reunión del Consejo del Mercado Común del Mercosur decidieron ayer postergar hasta febrero el tratamiento de los temas relevantes de la agenda regional, debido a la crisis política de la Argentina. Así lo anunciaron ayer en conferencia de prensa los ministros de Economía de Brasil, Pedro Malán; de Uruguay, Alberto Bensión y de Paraguay, Francisco Oviedo.
Según informaron los ministros de los países miembro del Mercosur durante la reunión que se desarrolla en la capital uruguaya sólo se decidirá prorrogar los plazos para la aprobación de algunas resoluciones de menor importancia.
En cambio, las decisiones más relevantes, como el tribunal de resolución de controversias y algunos aspectos de la Política Automotriz Común (PAC), se tomarán durante un nuevo encuentro extraordinario del CMC que tendrá lugar en Montevideo previsto para alrededor del 20 de febrero de 2002.
La crisis de la Argentina obligó a las delegaciones a adoptar la medida debido a la imposibilidad política del gobierno argentino de avanzar en decisiones de tipo económico. De todos modos, el ministro de Economía uruguayo, Alberto Bensión anticipó que "la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur se va a llevar a cabo como estaba previsto" para hoy.
También el canciller Celso Lafer señaló que el Mercosur tiene previsto pasarle hoy la Presidencia pro témpore del bloque a la Argentina, a pesar de la crisis política reinante en el país.
Respecto de una posible devaluación en la Argentina y de los efectos sobre la región, el ministro de Hacienda de Brasil, Pedro Malán, sostuvo que "no es pertinente hablar" del tema en el actual contexto, aunque destacó los éxitos del tipo de cambio flotante en su país. "Brasil tiene un tipo de cambio flotante que ha mostrado viabilidad como absorbente de shocks externos y como formador de precios relativos", dijo Malán.
"La crisis no se contagia"
Por otra parte, Chile, Brasil, Uruguay y Perú aseguraron ayer que la crisis social y económica que afronta el país no se extenderá a sus territorios. El presidente chileno Ricardo Lagos señaló ayer que es necesario dar una "señal de tranquilidad" ante la crisis económica y así evitar el llamado efecto "contagio" en el resto de América latina.
Mientras tanto, el presidente uruguayo, Jorge Batlle, declaró que "es muy difícil que la situación pueda proseguir bajo estas condiciones, por lo que Argentina tendrá que decidir si continúa o no con las orientaciones económicas que hasta ahora se han venido manejando".
La Ciudad
