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Censo sin docentes

Me refiero a la carta a los lectores firmada por Adrián Bravo cuyo título es "Censo sin docentes" y fue publicada por La Capital el miércoles 14 de noviembre. Es increíble que alguien inmerso en la realidad argentina escriba "el país está como está por la educación", habría que recordarle a Adrián que no sólo los docentes votamos en las elecciones sino varios millones más de argentinos. Pero este pensamiento expresado con tanta ligereza e irresponsabilidad indica por el contrario "por qué la educación está como está". Mucha gente como Bravo manda sus hijos a la escuela creyendo que en ese acto va a encontrar la solución de muchísimos problemas donde no sólo figuran los males del país, sino también los conflictos por divorcio que traen los chicos, los conflictos por papá y mamá con respectivos nuevos novios y sus derivados, nuevos hermanitos y otros tantos que llegan a la escuela y quedan a la espera de qué podrá hacer el docente con todo eso además de enseñar. Adrián manifiesta además que los maestros tienen cinco meses de vacaciones pagas y es cuando me pregunto si este hombre se refiere a los docentes argentinos, porque en ese caso me deben años de vacaciones ya que jamás gocé de semejante privilegio en 25 años de trabajo. Luego, en su "pintoresca" exposición expresa que los docentes "hablan de jornadas de capacitación y perfeccionamiento", bien, como ciudadano celoso de sus derechos, cada vez que se realiza una de estas jornadas podría haberse apersonado a las escuelas y comprobar que todas se cumplen, que se cumplieron siempre y entonces Adrián debería borrar esa oración de su carta, ya que no condice con la realidad. Por último, pareciera que este ciudadano ignora que el Estado está financieramente endeudado con los docentes respecto del pago del incentivo, entonces yo le pregunto si él como trabajador, si le debiesen dinero, no tomaría medidas y si además trabajaría todo un fin de semana por $45. Dice Adrián: "Hagamos el Censo Nacional 2001 con personas decentes". "Creo que es lo más correcto de su carta, somos muchos los decentes, porque para serlo no hace falta ser docente, que además somos heroicos.
Profesor Carlos Italiano