cartas

Sin colores que diferencien

Había una vez un hada, ser fantástico que se representa bajo la forma de mujer y al cual se le atribuían poder mágico y el don de adivinar el futuro. Mujer hechicera que encanta y seduce por su talento, su belleza, su gracia. Las hadas ocupan un lugar preferente en las tradiciones y en la literatura de muchos pueblos. Por regla general se las considera seres benéficos favorables a los inocentes y perseguidos, y se les hace presidir los actos solemnes de la existencia. Eso es lo que expliqué a mi nieta de siete años cuando me dijo que para representar en su escuela el cuento Gepetto, debieron elegir el hada sólo entre dos nenas rubias de ojos celestes. Sería de desear que a los niños se les inculcara una visión más solidaria sin colores que los diferencien, y que transiten en su vida por los caminos de la belleza y la verdad.
DNI 663.778