Una joven de diecinueve años que padece epilepsia, retraso madurativo y dificultades motrices puede sufrir graves trastornos neurológicos si la semana que viene no recibe un medicamento que le suministraba el Pami y que a partir de diciembre la obra social dejó de darle por falta de recursos. "La semana que viene se terminan los últimos comprimidos que me dio Pami y estoy desesperado porque la obra social argumentó falta de dinero para renovar la partida. Mi hija no puede esperar y si no tengo la medicación puede padecer convulsiones con peligro de graves trastornos neurológicos", dijo el padre, Luis Eladio García.
El defensor adjunto de la ciudad de Buenos Aires, Gustavo Lesbegueris, afirmó que con esta actitud "el Pami esta violando la ley 22.431 sobre discapacidad y la ley 25.404 sobre enfermos de epilepsia que obligan a las instituciones médicas a entregar medicamentos en forma gratuita a los que padece esta enfermedad".
Fuentes del Pami dijeron que por falta de recursos "sólo se entregan medicamentos a pacientes con trastornos cardíacos y oncológicos y no entregan remedios a los pacientes de tipo ambulatorio, cuya estado no reviste peligro de muerte".
Retraso madurativo
El suplicio de Luis García -un jubilado de 72 años- comenzó 48 horas después de nacida María, "cuando sufrió un derrame cerebral que le provocó un retraso madurativo, problemas motrices y que derivó a los dos años en epilepsia", dijo el padre.
A partir de allí el peregrinar por médicos y consultorios fue constante, "al principio me arreglaba con un banco de remedios que había en el hospital Ramos Mejía pero luego ellos cortaron toda entrega por falta de recursos". Después, recalcó García, "el laboratorio que fabrica la medicación me dió muestras gratis pero sólo por un tiempo y ahora el Pami me dice que no puede darme más el remedio".
"Mi hija tuvo dos convulsiones y los médicos me dijeron que si llega a superar esta frecuencia en un día y por un espacio prolongado de tiempo puede sufrir una crisis que ellos llaman gran mal, y sufrir trastornos cerebrales y neurológicos irreversibles", dijo García. "Hace una vida relativamente normal, va al colegio aunque habla con dificultades por su retraso madurativo y se desplaza con bastones. Hace cuatro años que el Pami me daba este medicamento y nunca tuve inconvenientes pero ahora los médicos me dijeron que si no lo recibe puede sufrir una crisis".
El defensor adjunto Gustavo Lesbegueris afirmó que presentó una resolución ante el ministerio de Salud y la Jefatura de Gabinete "para que en el término de tres días den una respuesta en virtud de que el Pami esta violando dos leyes al no entregar el medicamento a un epiléptico".
García aseguró que "no me extraña que el Pami haya violado las leyes porque en este país casi nadie las cumple" y anticipo que presentará "un recurso de amparo" ante la Justicia para obligar a la obra social a entregar el remedio".
Jubilado, con un haber que no supera los 450 pesos, García debe pagar un alquiler de 300 para vivir en su pequeño departamento del barrio porteño de Flores, mientras que su esposa cuida niños y hace trabajos aislados.
La medicación denominada Lamotricina cuesta 90 pesos con el descuento que hacía el Pami y García no tiene otra forma de obtenerla, por lo que aguarda la ayuda de la Defensoría o la Justicia.
"Para colmo, mi hija no puede tomar otro remedio sustituto porque ella rechaza cualquier otra medicación, espero que las autoridades de Pami reflexionen y comprendan mi desesperación", remarcó. (Télam)
La Ciudad
