 |  | cartas Receta para salvarse
 | Si -culpa de la actual crisis- usted está desocupado o su situación económica es mala, no desespere, puede haber una solución. Compre una Biblia, autodenomínese pastor, funde una iglesia y celebre reuniones prometiendo milagros. Hable mucho, gesticule copiosamente y cada tanto grite "aleluya". Cuanto más grave sea la crisis, más personas acudirán y le pagarán gustosamente el "diezmo", vale decir el diez por ciento de sus ingresos. Con este sistema usted encontrará su salvación personal. Después también podrá alquilar o comprar algún antiguo cine y quizás hasta llegue a tener un programa televisivo propio. El experimento fue probado exitosamente en los Estados Unidos, desde donde se transmitió a los países latinoamericanos, como una prueba más de la importancia de la globalización. Por eso, no hay que desesperar. En ciertas cosas, todo es cuestión de fe. Roque Sanguinetti
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