Las constructoras organizarán su propio campeonato de F-1 a partir del 2007, enfrentadas con la decisión de Bernie Ecclestone de vender el certamen, a partir de ese año, a la TV alemana de pago del grupo Kirch. Lo confirmó el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, quien expresó que "a Ecclestone le hemos perdonado excesos de voracidad económica", pero la situación cambia "si él vende (la F-1) a un empresario de la TV de pago. "Ferrari es una gran constructora y quiere llegar a todas las casas", agregó Montezemolo, en su tradicional reunión de Navidad con la prensa, en la que habló sobre la crisis de la F-1.
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