Resolución por el crimen del ciruja Marcos Romero

Dos procesados por el asesinato de un menor en una chatarrería

Irán a juicio el vigilante que lo mató y un tío del menor, por instigarlo a robar

El custodio de una chatarrería de la zona noroeste fue procesado por asesinar a corta distancia a un pequeño ciruja de 14 años que había ingresado al predio para sustraer hierros viejos. Un tío del menor, que cirujeaba con el chico, también irá a juicio por instigarlo a sustraer chatarra tras realizar un hueco en el tejido perimetral del lugar. Para el juez Carlos Carbone, los dos hombres fueron responsables de la muerte del chico. El primero por dispararle en el pecho y el segundo por exponerlo al riesgo de robar en un lugar vigilado por guardias armados.
Marcos Sebastián Romero tenía 14 años cuando fue asesinado mientras cirujeaba con su tío Mario Alcides Candia y su hermano Jonathan, de 10 años, en la zona noroeste. La tarde del 25 de noviembre pasado, mientras recorrían el barrio en un carro, se detuvieron en la esquina de Bolivia y la República frente al predio de la chatarrería Ivanar, que se alza sobre Juan José Paso al 6800. Allí Marcos fue asesinado de un balazo en el pecho por el vigilador del local cuando intentaba recoger los hierros esparcidos entre los yuyales del predio.
Aunque el tío y el hermano del menor dijeron que los metales estaban abandonados en la calle y que en ningún momento entró a la chatarrería, la investigación judicial demostró que el muchacho había ingresado con fines de robo e instigado por su tío.
Según la resolución del juez de Instrucción Nº 9, Carlos Carbone, Candia realizó un hueco en el tejido del lugar e instigó a sus sobrinos, que por ser menores de edad son inimputables, a sustraer chatarra del local. Los menores llevaban algunas herramientas para desarmar los fierros, pero fueron advertidos por el vigilador del lugar, Pedro Aquino, de 70 años.
Aquino declaró que no efectuó los disparos hacia alguna persona en particular, sino que disparó a los yuyos con intención de asustar a los intrusos. Pero la investigación acreditó que, luego de realizar dos balazos intimidatorios, el custodio le disparó a la víctima a corta distancia. El proyectil, calibre 38, alcanzó al menor en el tórax cuando escapaba del lugar. Para el juez, Aquino pudo representarse la posibilidad de matar al menor y por eso lo procesó como autor del homicidio.
En tanto Candia, el tío del pequeño ciruja, fue procesado por la tentativa de hurto que desembocó en el crimen. Para el juez Carbone, Candia fue "el verdadero responsable" de la muerte del chico, ya que su actitud "revela un especial desprecio por la vida de su sobrino, por cuanto no dudó en asumir las consecuencias graves que le podrían pasar al entrar en un lugar en el que había guardias".

Amigos del chico muerto concurrieron a la marcha.