 |  | Apresan a un conductor que no podía manejar por orden judicial y chocó Estaba inhabilitado para conducir porque ya había causado una muerte. Ahora chocó a un motociclista
 | Desobedecer una orden judicial tiene sus riesgos. Tal vez lo esté pensando Pablo César Scarafia, quien quedó preso por manejar pese a que un juez lo inhabilitó para hacerlo. El detenido, de 31 años, protagonizó un accidente menor, pero fue apresado porque en 1996 su inobservancia de las normas de tránsito causó la muerte de un amigo que iba en la moto que él guiaba. Scarafia manejaba un VW Gol flamante cuando embistió al empleado de un supermercado que iba en moto, en el cruce de bulevar Avellaneda y la avenida Juan Domingo Perón (ex Godoy). El hecho ocurrió este lunes e intervino el juez en lo Correccional Nº 2, Juan José Alarcón. Como el motociclista sólo sufrió heridas leves, Scarafia debió quedar libre. Sin embargo, en su prontuario estaba escrito que no podía manejar por orden judicial. Así lo había dispuesto el juez en lo Correccional Julio García en un fallo de diciembre de 1997, ratificado más tarde por la Sala I de la Cámara Penal. García lo condenó a 6 meses de prisión en suspenso y 5 años de inhabilitación para manejar como autor de homicidio culposo. La pena de prisión condicional vencía el 23 de diciembre próximo. La de inhabilitación recién caducaba el 22 de septiembre de 2003. El hecho por el que lo condenaron ocurrió a las 4 de la mañana del 1º de enero de 1996. Ese día, Scarafia conducía una moto Enduro de 650 cc. de cilindrada y llevaba como acompañante a su amigo Gustavo Bozzi, de 24 años. En Oroño y Uriburu la moto chocó contra un Ford Falcon cuyo conductor escapó. Scarafia sufrió algunas lesiones menores, pero Bozzi golpeó su cabeza contra el pavimento y tuvo que ser internado en el Hospital de Emergencias. Al día siguiente le dieron el alta pero después volvieron a internarlo. Murió el 4 de enero por un severo traumatismo de cráneo. Scarafia dijo que iba a 70km/h, una velocidad excesiva para esa arteria y para una moto. Y sostuvo que el Falcon frenó bruscamente. "Eso me obligó a hacer una maniobra para esquivarlo y ahí nos caímos", declaró. Además, admitió que había consumido "un poco de chop". Basándose en la declaración de un testigo y en las pericias técnicas, el juez García lo consideró responsable de homicidio culposo y lo condenó a las penas enunciadas más arriba. Esto ocurrió en diciembre de 1997, pero las penas comenzaron a computarse recién cuando la Cámara Penal ratificó el fallo.
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