A pesar de que Atenas ganó sus dos últimos partidos (el viernes pasado con Boca Juniors y el domingo con Ferro) ni su dirigencia ni sus seguidores están conformes con el rendimiento del equipo, ya que en muchas oportunidades sus rivales se mostraron superiores al conjunto griego. Para colmo de males el equipo no muestra ni la mística ni la actitud que lo llevó a ser el más ganador en la historia de la Liga Nacional. Ante semejante panorama la dirigencia no se quedó de brazos cruzados y puso en marcha una operación que ni el más imaginativo hubiera esperado. Ante la pobre campaña del equipo (a pesar de que está tercero) le ofrecieron nada menos que al gran capitán Marcelo Milanesio hacerse cargo del plantel, pero el jugador dijo no encontrarse motivado ni para jugar ni para dirigir (cosa que no alegró a los dirigentes), y rechazó el ofrecimiento ya que no tiene muy en claro qué quiere hacer cuando no sea más jugador. Según se dice a Horacio Seguí no le queda mucho tiempo, ya que dirigiría el equipo hasta fin de año y podría volver al TNA (¿será Regatas Corrientes?), una vez que Guillermo Vecchio se aleje del provisorio cargo que está ocupando en la entidad correntina, y de esa forma unos buenos pesos en concepto de resarcimiento económico no se moverían de las arcas de Atenas. Con Mario Milanesio la cosa no está mejor, los dirigentes no ven que la confianza puesta en él esté dando las retribuciones que esperaban, por lo que dejaría el cargo o seguiría como segundo en el banco. La falta de técnicos de relieve sin contrato hizo que los cordobeses se fijaran en el exterior, más precisamente en Brasil y en el multicampeón y seleccionador nacional del vecino país Helio Rubens, pero las pretensiones económicas del carioca sacaron espantados a los griegos. Lo que nadie esperaba y nadie podía prever es que Rubén Magnano, quien fue sindicado por el vicepresidente del club Eder Baralle como "el único que puede dirigir a Atenas", sea quizá el técnico de los verdes la próxima temporada. El entrenador dejaría después del Mundial de Indianápolis la conducción de la selección nacional y uno de los detonantes para tomar esa determinación sería el atraso en su sueldo. Las tratativas están encaminadas con la llegada de Alejandro Lotterio, mano derecha y hombre de superconfianza de Magnano quien prepararía todo para la llegada del hijo pródigo ateniense. De esta manera, Atenas volvería a tener en el banco a alguien de la casa como una vieja costumbre y por lejos al mejor técnico argentino de la actualidad. Nada mejor para retomar la mística del equipo verde.
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