| | Frutos de una fábrica de sueños El grupo Bandana visitó Rosario y provocó aglomeraciones y cortes de calles Lissa, Valeria, Ivonne, Virginia y Lourdes, las ganadoras de "Popstars", son un fenómeno popular
| Marcelo Minichetti
La fantasía y los sueños aventaron los fantasmas de la realidad para una buena cantidad de jóvenes rosarinos que ayer recibieron con los brazos abiertos a las cinco integrantes de Bandana. La banda emergente del reality show "Popstars" llegó a Rosario y la conmoción que provocó el quinteto de juveniles cantantes, aunque previsible, sorprendió a todos. Desde las seis de la mañana grupos de adolescentes luciendo sombreritos y pañuelos en la cabeza marcharon hacia los estudios de Canal 3, en Godoy al 8000, a esperar la llegada de las chicas que participaron del ciclo "De 12 a 14". Más tarde, a las 16, la cita fue en Radio Show, Paraguay 756, donde las flamantes estrellas de la música pop argentina mantuvieron una larga charla con Monchi Balestra y Susana Manzelli en un programa especial que incluyó un minishow de las cantantes que desde un balcón provocaron el delirio de una legión de chicas y chicos, que las esperaron a pie firme bajo el abrasador sol de la tarde, para escucharlas. Minutos antes del encuentro de artistas y público, el revuelo de adolescentes que pugnaban por un autógrafo o al menos un saludo se produjo en un hotel céntrico donde se alojaron las popstars. Un centenar de pibes y pibas (franca mayoría femenina) se arremolinó a las puertas del Holliday Inn para tratar de tomar contacto con sus ídolos. Mientras tanto y amparadas por recios guardaespaldas las chicas almorzaron en el hotel luego de su visita a la televisión y recibieron a Escenario para contar sus impresiones sobre el fantástico presente que viven y que se acerca mucho a la concreción de un sueño juvenil: llegar al éxito de la noche a la mañana, sentirse aplaudidas, queridas y acosadas por miles de chicos y chicas. En el comedor del hotel firmaron autógrafos a chicos y no tan chicos, compartieron fotografías con sus fans, pero nada parece significar un gran sacrificio para ellas. Se divierten como en un viaje de fin de curso y exhiben la frescura de los comienzos, cuando el profesionalismo no alcanzó a instalar las frases hechas y las sonrisas de circunstancias. Alguna nenas se colaron a la charla que las artistas tuvieron con Escenario como Belén (12 años) y Manuela (8), dos niñas que no dejaron de mirar arrobadas cada gesto de la integrantes del quinteto. "Nos sentimos privilegiadas pero más que nada agradecidas por haber superado el gran casting que se hizo en Ferro. Estamos agradecidas por el éxito y por lo que nos da la gente. Eso sí que es un privilegio", reveló Valeria. Una de las voces del quinteto que ya consiguió el triple platino con su primer disco y que llenó tres teatros Gran Rex de Buenos Aires. "En Rosario percibimos mucho cariño y lo que creo es, por lo que nos dicen, que las chicas se sienten identificadas con nosotras", aclaró Lourdes, la más desenfadada del grupo y que prometió que en enero volverán para actuar frente a sus fans rosarinos. Envueltas en una vorágine que las divierte y también las confunde un poco, Lisa aclaró que "el peso de la fama es una consecuencia y tiene su lado positivo y su lado negativo. No me refiero a la fama sino al reconocimiento que es algo muy distinto". El acoso de sus fanáticos se manifestó en todos los sitios en que se detuvo Bandana en su paso por Rosario. "Aquí vivimos algunas situaciones de descontrol. Por ejemplo iban tres en una moto junto a la combi que nos trajo del canal y nos querían tocar. Yo les gritaba: «Loco, miren para adelante que hay cualquier cosa. Te vas a pegar un palo...»", resaltó Lissa aun sorprendida por el afecto de la gente. Las chicas hablan todas juntas y revelan que están descubriendo el camino del éxito a medida que lo recorren. "Estuvimos trabajando mucho y todo lo que hicimos demasiado rápido. Salir de Buenos Aires y ver lo que pasa en ciudades como esta nos sorprende más todavía", confiesa Lissa. Virginia interrumpe para mechar alguna de las reflexivas frases que utiliza continuamente: "Estrella tiene una connotación como de algo inalcanzable. Pero la gente nos conoce como personas y nos trata de otra manera". En el hotel hay que hacer fotos. Las chicas suben al gimnasio del piso 20 y bailan al ritmo de sus propios temas mientras el fotógrafo registra las imágenes. "Cualquiera de nosotros cantaría aunque nadie nos escuche y sepa quiénes somos. Pero sin la gente no somos nada" admite Lissa. Ya en viaje hacia la radio, donde las esperan unas tres mil personas que cortaron desde el mediodía la calle paraguay al 700 Ivonne declara: "Somos un verdadero equipo de amigas y lo comprobamos a medida que se fue armando el grupo. Nos fuimos dando cuenta de a poco como funcionábamos como grupo, como equipo". Frente a la gente que las obligó a entrar a la radio por los techos de la Defensoría del Pueblo que da al pasaje Alvarez, Valeria recordó el primer impacto del público en la fulminante carrera de Bandana: "El gran shock fue nuestro primer contacto con el público en el shopping Abasto. Nunca esperamos encontrarnos con 9.000 personas". Lo que hace un par de meses era una quimera para las chicas -compitieron con otras 1.750 para llegar a convertirse en las elegidas- hoy es una realidad. Sin embargo es difícil asumirla. "Me sigue pasando algunas mañanas en las que me levanto y me parece que todo fue un sueño y recién me convenzo de que es verdad cuando llama alguien de la producción de Bandana a mi casa" confiesa Virginia y ninguna de las Bandana la desmiente.
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