Casilda. - Las poblaciones de San José de la Esquina, Arteaga y Bigand se movilizaron ayer en contra de las medidas económicas e impidieron que abran los bancos como la semana pasada en otros pueblos del departamento Caseros. Hubo pequeños incidentes en San José de la Esquina y Arteaga, donde los manifestantes tiraron huevos y tomates contra el Banco Bisel y sus gerentes.
Las protestas se desarrollaron en los tres pueblos y la actividad comercial estuvo paralizada durante la mañana. Se entregaron petitorios a los gerentes de los bancos. Se reclamó transformar a pesos de los deudas en dólares y la suspensión del pago de créditos hipotecarios y prendarios mientras que estén en vigencia las medidas económicas. También se pidió la suspensión de ejecuciones y remates por 180 días y una rebaja en la tasas de interés.
A contrapelo de lo programado los manifestantes atacaron a huevazos las sucursales del Bisel en San José de la Esquina y Arteaga. En esta última la agresión fue motivada por la indignación que generó la demora del gerente para recibir el petitorio: lo esperaron más de siete horas hasta que llegó a las 13.30 con custodia policial.
En San José de la Esquina y Arteaga cortaron la ruta 92 para distribuir volantes a los automovilistas y lo mismo ocurrió en Bigand sobre la 14. Las comunas también adhirieron a las medidas.
Las campanas del templo
En Bigand fueron las campanas del templo las encargadas de marcar el inicio de una medida de fuerza que incluyó un acto y el reparto de volantes a los vehículos que circulaban por la ruta. A partir de las seis y hasta las 12, el pueblo se movilizó tras la consigna de cambiar el rumbo económico.
La gente se concentró frente a la plaza, recorrieron las sucursales de los bancos y luego llegaron hasta la ruta para dar a conocer la protesta a los conductores que adherían con bocinazos. De regreso a la plaza hubo un acto con distintos oradores. El paro fue total.
En Elortondo, la protesta también arrancó a las 6, con una movilización frente a los bancos Provincia y Credicoop. Hubo discursos sobre las consecuencias de la crisis por parte de los representantes de la Cooperativa de Electricidad, Hugo Migueto, del Centro Económico, Raúl Favre y de la delegación local de Asuserfi, Mario de Mayo. Se movilizaron unas 700 personas y el cierre de comercio fue total.