La crisis social volvió a hacer eclosión. Esta vez, unas doscientas personas de sectores humildes de la zona noroeste se enfrentaron con la policía y lograron forzar la entrega de 400 bolsones de comida. Hubo piedrazos, balas de goma y un tenso tiroteo entre efectivos y habitantes de una villa de emergencia cercana. Las piedras hirieron a tres uniformados al tiempo que las balas de goma dejaron más de una veintena de heridos entre los pobladores del barrio, la mayoría de ellos mujeres y niños.
La tensión también se vivió en la zona sur, cuando pasado el mediodía un grupo de 60 personas -en su mayoría mujeres- se agolpó en las puertas del hipermercado Libertad para reclamar bolsones de alimentos. Según revelaron, alguien había pasado por el barrio a decir que en el supermercado les entregarían comida.
En medio de un fuerte operativo policial y luego de algunas pedradas, volvieron a sus hogares cuando se les comunicó que la entrega de bolsones se realizaría en los centros comunitarios de la zona.
En localidades de Mendoza y en Concordia (Entre Ríos), los supermercados decidieron entregar alimentos para evitar que ocurran saqueos, luego de que un numeroso grupo de desocupados rodeara los comercios.
Lluvia de piedras en Génova y Travesía
En Rosario la crisis hizo eclosión pasadas las 15, cuando la policía desalojó un piquete que había montado un grupo de unas 100 personas en Génova y Travesía para reclamar bolsones de comida.
Efectivos de la Guardia de Infantería recorrió una cuadra y media disparando balas de goma a los habitantes del barrio, que respondieron la refriega con una intensa pedrada.
La embestida policial dejó su huella en niños, mujeres y hombres. Es más, algunos recibieron varios impactos desde corta distancia, lo que provocó aún más la ira de los vecinos. Hubo más de veinte heridos, a los que se sumaron tres uniformados.
El momento de mayor tensión llegó pasadas las 16, cuando desde la villa de emergencia de Travesía y Juan B. Justo alguien comenzó a disparar con un arma de fuego contra los policías.
Ocultos detrás de los más de 30 móviles que llegaron hasta el lugar, los efectivos comenzaron a colocarse chalecos antibala mientras desde la villa llegaron piedras e insultos.
El delegado de la zona sur del Ministerio de Gobierno provincial, Osvaldo Turco, llegó al lugar pasadas las 17 para intentar descomprimir la situación. Acompañado por el jefe del operativo policial, comisario Luis Selak, dialogó con los vecinos en medio de un tenso clima de insultos y reproches.
"Llévese esto de recuerdo", le dijo una mujer al funcionario al tiempo que le guardó en el bolsillo uno de los cartuchos servidos con que la policía le había disparado momentos antes.
En medio de los reproches, Turco prometió la llegada de bolsones de comida y, para confirmar el envío, le dio su teléfono celular a una de las vecinas para que dialogara con la secretaria de Promoción Comunitaria provincial, Adriana Cabutto.
La mujer cortó no muy convencida. "Dice que nos va a mandar cajas, pero usted no se va hasta que lleguen", le reprochó a Turco. Los bolsones aportados por la Municipalidad y la provincia llegaron minutos antes de las 19. Fueron 400 cajas con arroz, aceite, fideos, azúcar, yerba, sémola, soja y una caja de leche que lograron descomprimir la situación. Eso sí, nadie sabe a ciencia cierta hasta cuándo.