Ramalá. - Bajo la presión de nuevos ataques israelíes, la Autoridad Nacional Palestina anunció que clausuró durante el fin de semana 33 oficinas de las organizaciones extremistas Hamas y la Jihad Islámica. El gobierno de Yasser Arafat afirmó que buscará y cerrará las fábricas caseras de armamento de los extremistas en todos los territorios autónomos, de manera que "Israel no tenga excusas para la continua escalada de sus ataques".
Israel continuó durante el fin de semana la ofensiva intensificada tras el atentado contra un autobús que la semana pasada costó la vida de diez personas, cuyos principales objetivos fueron edificios de seguridad palestinos. Cuatro palestinos murieron y otros 70 resultaron heridos cuando un comando del ejército israelí incursionó el sábado en la ciudad autónoma de Beit Hanun, en el norte de la Franja de Gaza, mientras que otro palestino fue ultimado cuando intentaba entrar cargado de explosivos en un asentamiento judío.
Desde el viernes, 16 palestinos murieron en los ataques israelíes. Un niño de 11 años falleció ayer a causa de las heridas que recibió la semana pasada en el bombardeo de un campo de refugiados en Cisjordania. La escalada de la violencia forzó al presidente estadounidense, George W. Bush, a llamar a consultas a su enviado especial a la región, Anthony Zinni.
El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, afirmó ayer que el regreso de Zinni no significa que su misión haya concluido. Después de que presente su informe se situación, y las circunstancias lo permitan, volverá a Medio Oriente, aseguró Powell. "No podemos darnos por vencidos" en las gestiones por llevar a israelíes y palestinos a la mesa de negociaciones, agregó. Además, el jefe de la diplomacia estadounidense subrayó que Arafat sigue siendo para Washington el jefe de los palestinos. (DPA)
| |
La Ciudad
