Hilary Swank se lanzó de lleno a la fama con "Los muchachos no lloran", la película de Kimberly Peirce que le valió un Oscar por su interpretación de Brandon-Teena, una mujer que reniega de su condición femenina porque se siente hombre. Su transformación fue completa y llegó a afectar a su vida personal, no sólo en lo profesional: actuó, vivió y fue un chico, lo que incluso le creó dudas al final del rodaje de la película. Antes había trabajado en series televisivas y fue coprotagonista de "Buffy, la cazavampiros". El papel de Brandon-Teena fue la plataforma a la que se montó la actriz para salir de las producciones de bajo presupuesto. Abandonó su aspecto de chica rubia y bonita y convenció a la Academia de Hollywood, pero, sobre todo, fascinó a miles de espectadores que acudieron a ver "Los muchachos no lloran", una película que sorprendió por la realista forma de tratar un tema tan delicado como la transexualidad. "The Affair of The Necklace", en cambio, es una remake de un filme francés de 1941 y se desarrolla en un intrigante contexto histórico que incluye a uno de los nombres más enigmáticos del ocultismo occidental: Cagliostro. En 1783, Cagliostro conoce al cardenal de Rohan y a la condesa de La Motte (que interpreta Swank). El primero pretendió que de Rohan gestionara el reconocimiento de uno de sus ritos ante el papa. Rohan estaba enamorado de la reina María Antonieta y Cagliostro prometió que lograría su amor mediante un conjuro. La condesa de La Motte, al tanto de que dos joyeros habían armado un fabuloso collar para la reina, que ésta había rechazado por considerar que el erario público estaba ya suficientemente sobrecargado, falsificó una carta dirigida a De Rohan, en donde le comunicaba que deseaba verdaderamente el collar. De Rohan lo obtuvo y se lo entregó a la condesa de La Motte, quien lo usaría para otros fines. Descubierta la farsa, Cagliostro, Rohan y La Motte fueron procesados.
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