Año CXXXV
 Nº 49.333
Rosario,
lunes  17 de
diciembre de 2001
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La actrrz protagoniza "The Affaire of the Necklace", un filme épico ambientado en el siglo XXVIII
Hilary Swank: Tras el Oscar, más femenina que nunca
Se queja de que le siguen proponiendo papeles de lesbianas o mujeres varoniles

Myriam Alvarez

Un año y medio después de haber ganado el Oscar por su papel protagónico en el filme independiente "Los muchachos no lloran" (Boys don't cry"), Hilary Swank continúa peleando para no ser encasillada en el tipo de personaje que la lanzó a la fama.
"Es muy fácil que te encasillen", comentó la actriz, quien desde que fuera premiada por encarnar a una muchacha que pretendía ser un varón, intenta lucir en cada apariencia pública lo más "femenina" posible.
"Aún continúan ofreciéndome papeles de lesbianas o mujeres varoniles", dijo, "pero esa no soy yo. A mí me gusta el maquillaje, me gusta lucir vestidos, zapatos y accesorios. Cuando aparezco en público no lo hago como Brandon o Teena, sino como Hilary", añadió. Esto fue lo que llevó a la joven actriz a elegir trabajar en una película épica. Hilary es la protagonista de "The Affaire of the Necklace", un largometraje ambientado durante los años anteriores a la Revolución Francesa.
Swank interpreta a una mujer noble que logra recuperar las tierras que fueron expropiadas de su familia. Bajo la dirección de Charles Shyer, el elenco del filme está integrado por Jonathan Pryce, Christopher Walken, Adrien Brody y Joely Richardson.
"Mi personaje es lo opuesto de Brandon -su papel en "Los muchachos no lloran"-, afirmó. "Se trata de una mujer hermosa, con curvas sensuales y largo cabello. Siempre estaré agradecida a Shyer por haberme ofrecido el papel. Creo que es maravilloso cuando las personas pueden ver más allá de lo que está frente a ellas", añadió.
Shyer todavía no había visto "Los muchachos no lloran" cuando se encontró por primera vez con Swank. "Mi director de casting me recomendó que la conociera", recordó el cineasta. "Me gustó de inmediato. No fue una reunión convencional. Hilary no estaba actuando el papel, simplemente era ella misma. Me asombró su naturalidad y predisposición", agregó.
Sin embargo, existe una gran diferencia entre Brandon y Jeanne de la Motte Valois. "Viajamos a Roma para reunirnos con la diseñadora de vestuario. Hilary se probó las pelucas y el maquillaje. Fue un alivio ver lo bien que se veía como una dama del siglo XVIII", afirmó Shyer.
El trabajo de producción de "The Affaire of the Necklace" comenzó dos meses después de la entrega de los premios Oscar. "Mi relación personal con ella no cambió a causa del Oscar, creo que haber sido premiada no la afectó demasiado", opinó Shyer.
Sin dudas, el mundo y la vida de Swank cambiaron por completo después de la noche del Oscar. Oriunda del estado de Washington, Hilary sobresalió en los deportes durante sus años escolares -nadó a nivel competitivo-, mientras descubría su pasión por la actuación. Tras el divorcio de sus padres, se trasladó con su madre a Los Angeles con la mira puesta en el cine.
La actriz pasó diez años en el anonimato, trabajando en una serie de películas que nunca alcanzaron el éxito en la taquilla, entre ellas "The Next Karate Kid", "Sometime they come back...again" y "Quiet days in Hollywood".
Más tarde llegó la audición para el filme de Kimberley Peirce, sobre una adolescente confundida con su sexualidad. "Hilary creció muchísimo desde que hizo ese papel. Ella había aceptado el riesgo de perder su femeneidad ante la audiencia, al hacer el rol de Brandon, pero la recuperó la noche de los Oscar", afirmó Peirce.
"A veces estoy en un lugar y me tratan mal, pero cuando me reconocen cambian completamente. Esto significa que tratan mal a todo el mundo, a no ser que uno tenga una estatuilla dorada en su casa", afirmó la actriz.
"Después de ganar el Oscar sentí que estaba debajo de un microscopio. Durante el siguiente mes, me sentí paralizada, creí que había perdido toda mi creatividad", añadió.
"No acepté el rol de Brandon para convertirme en famosa o para que me llamaran y me ofrecieran otros papeles. Lo hice porque amo la actuación y creía que la historia era importante. Por eso creo que quizás no elija en el futuro el tipo de películas que me convertirían en una Julia Roberts", agregó.
A los 25 años, la actriz sabe cuáles son sus opciones y tiene muy claro qué dirección quiere que tome su carrera. "Uno puede elegir hacer películas dirigidas a una gran audiencia, pero al final la elección es personal. Si uno decide no hacerlas, siempre existe alguien dispuesto a tomar su lugar", dijo.



Swank encarna a una bella dama de la nobleza.
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