Buenos Aires.- Una nueva y estudiada modalidad delictiva llegó a los divanes cuando, en las últimas semanas, psicoanalistas que atienden en los barrios porteños de Almagro y Recoleta fueron sorprendidos por falsos pacientes que acudieron a sus consultorios requiriendo atención terapéutica y terminaron asaltándolos.
Tres comisarías porteñas -9ª, 17ª y 25ª- recibieron en el último mes una seguidilla de denuncias de psicoanalistas, tanto de la Escuela de Orientación Lacaniana de Recoleta como de una asociación psicoanalítica de Almagro, por robos cometidos por falsos pacientes que irrumpen en los consultorios con el pretexto de iniciar una terapia.
La Fundación Asistencia y Estudios Psicoanalíticos Argentinos (Aepa) emitió por mail una circular en la que advierte a todos sus miembros y adherentes que deben estar alertas ante este nuevo tipo de asaltos.
"Sugerimos a todos los colegas que tomen precauciones en las primeras entrevistas dado que existe un grupo de ladrones que haciéndose pasar por pacientes ingresa a las instituciones y consultorios privados para robar no sólo cosas de valor sino también las agendas de donde extraen nuevos candidatos", expresa el comunicado difundido por Aepa.
Ladrones en análisis
Según la fundación psicoanalítica, el "modus operandi" de estos asaltantes es "llamar pidiendo una entrevista de parte de alguien conocido. Por eso -aconsejan las autoridades de AEPA- hay que chequear esa derivación antes de confirmar el turno".
Para los investigadores policiales, se trata de "una modalidad nueva, más precisa y algo estudiada que pone en peligro a quienes trabajan en sus consultorios o en sus domicilios particulares: es otra forma de abuso de la buena fe de la gente", reflexionó un oficial de la comisaría 17ª.
Todo comenzó hace un mes con un asalto a una asociación psicoanalítica de Almagro, en Corrientes al 4000. "Se presentaron dos hombres que pidieron una sesión de admisión. Después sacaron sus armas, nos encerraron en un baño y como no hallaron mucho dinero se llevaron todas las carteras y las agendas", contó una psicóloga que pidió reserva de su nombre.
Ese robo quedó registrado en una denuncia en la comisaría 9 y provocó un "efecto dominó" de atracos a otros psicoanalistas, cuyos nombres y teléfonos fueron extraídos de las agendas robadas.
"Al parecer, se trataría de los mismos delincuentes que programaron una seguidilla de asaltos a partir de una base de datos robada", explicó el comisario Jorge Chacoma, titular de la comisaría 25ª.
Armando, psicoanalista y víctima de un robo cometido el 6 de noviembre en su departamento de Recoleta, contó que ese día recibió a una pareja que le había solicitado una sesión por teléfono.
Como carta de presentación, los falsos pacientes argumentaron que habían sido derivados a él por un terapeuta amigo suyo.
"Apenas tomé mi cuaderno y una lapicera, sacaron un revólver, me amenazaron, me ataron y amordazaron con una media en la boca y me dejaron sobre el diván", recordó Armando, que pidió que su apellido no sea divulgado.
De la casa de su víctima, los ladrones se llevaron 1.200 pesos, equipos de música, alhajas, dos guitarras eléctricas y colecciones completas de compacts disc, entre otras pertenencias.
"Se tomaron casi una hora y después llamaron a una remisería pero tuvieron mala suerte y, cuando sonó el portero eléctrico, creyeron que se trataba del chofer y salieron a la calle. Ahí se toparon con una mujer que se había equivocado de timbre, se pusieron nerviosos y decidieron irse en un taxi de la calle", contó el profesional.
Antes de escapar, la pareja presionó al psicoanalista para que entregara su agenda, lo que llamó poderosamente la atención al profesional. "¿Para qué la querrían? Mi anotador había quedado debajo de unos libros; ellos no lo descubrieron y yo argumenté que no sabía donde estaba", apuntó.
Fuentes de la Escuela de Orientación Lacaniana relataron que el mes pasado sufrieron un asalto cuando se dictaba un seminario epistemológico del que participaban unas 15 personas.
"Dos hombres se presentaron en el hall central y preguntaron a la recepcionista por un curso «etismológico». La empleada rió y corrigió: «¿Será el seminario epistemológico?» Los ladrones no sonrieron: extrajeron sus armas y anunciaron que se trataba de un asalto", detallaron las fuentes.
Luego interrumpieron el seminario, encerraron a los profesionales en una oficina y robaron dinero, carteras, portafolios y todo objeto de valor de los asistentes.
Los psicoanalistas consultados relataron que después de los robos se impulsó una cadena de alerta entre asociaciones y entidades para advertir sobre el nuevo "modus operandi". (Télam)
La Ciudad
