Hace 24 horas parecía que el Apertura se terminaba, 24 horas después el Apertura sigue vivo y hay gente que entró en pánico. ¿Qué medió entre un momento y otro? Muchas cosas. La mediocridad de Racing, la mediocridad de Oscar Sequeira y las ganas de Banfield, esas mismas ganas que suelen tener ciertos equipos cuando se presenta la oportunidad de amargarle un campeonato a otro equipo. Racing debió ganarle a Banfield, no porque haya jugado mejor, cosa que realmente no hizo, sino porque mandó la bocha adentro del arco en dos oportunidades, pero Sequeira, ratificando los errores cometidos por su línea Sergio Cagni, los invalidó. Esas dos acciones y el resultado del partido (0 a 0) le dieron vida a un torneo Apertura que hasta el domingo a las 17.10 parecía liquidado, incluso para el Pelado Ramón Díaz, que durante toda la semana habló y habló por hablar, y no porque creyera en las posibilidades de su equipo. Y es que su equipo, River, cuando debió ponerse las pilchas de protagonista y salir a buscar el campeonato se borró. Pero a veces el fútbol da revancha, y anteayer, sin hacer nada del otro mundo (golear a esta sombra que es Lanús en el propio Monumental no es ninguna hazaña), se puso en carrera por el campeonato. O quizá mejor sería decir que lo pusieron en carrera los errores de Sequeira, las limitaciones de Racing y las ganas de Banfield. Pero eso no cuenta, por lo menos para los hinchas de River. Ahora, a pesar de los 3 puntos que lleva de ventaja y que sólo necesita 4 de los 6 que aún quedan en juego, viejos fantasmas comenzaron a sobrevolar una parte de Avellaneda. Merlo, para hacer un planteo digno, y los jugadores, para llevarlo adelante, deberían imbuirse en estas dos fechas que faltan para el final de eso que caracteriza a sus hinchas. Del otro lado estará River, que también es experto en eso de sostener cruzadas con viejos fantasmas, esperando su oportunidad, y hoy, a través de la bocaza de Ramón Díaz, comenzará a meter presión para que los viejos fantasmas de Racing se instalen definitivamente. ¡Ah...! Es cierto, el domingo no sólo jugaron Racing y River, pero eso ¿a quién le importa?
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