Cuántas cosas deberá resolver Central en estos días de un año que termina como el país: con una incertidumbre que paraliza y angustia. Los temas económicos parecen ser la prioridad pero como van directamente de la mano de la política, en Arroyito también tienen pendiente esta última cuestión, una de las principales causas del mal momento institucional que atraviesa, y que el equipo de Teglia intenta disimular dignamente en la cancha. Pero como todo tiene que ver con todo, lo deportivo también espera grandes modificaciones. Por un lado, la anunciada depuración del plantel tiene a varios en vilo. Y por el otro, está pendiente la designación del cuerpo técnico para el Clausura, que tendrá directa relación con la performance del equipo en los dos partidos que le quedan al Apertura. Si a Daniel Teglia le va bien tal vez incline la balanza en su favor y pueda lidiar con los fuertes rumores en contra de su continuidad que se han alzado durante esta semana. Como los resultados no llegaron en la medida que todos deseaban, no fueron pocos los que ya pusieron manos a la obra para buscar un sustituto, si bien nadie duda de que para todos sería conveniente que a Teglia le vaya bien por la simple razón de que les sale muy barato. La dilatada pero aún esperanzada relación con Barcelona tal vez propicie el desembarco de Menotti. Pero sabido es que el Flaco sólo parece querer dirigir a los equipos grandes y para las ofertas que ha tenido de los chicos siempre ha intentado derivar a uno de sus adláterres, que en Central no sería aceptado por aquella pésima experiencia con Cayetano Rodríguez que desembocó en el descenso. También el nombre de Griguol entró en danza (ver página 8), mientras que el posible regreso de Marchetta parece ser por ahora sólo el deseo de un sector del periodismo rosarino, que lo impulsa descaradamente. Mientras que Fossati, actual DT sabalero, cuenta con simpatías en la comisión canalla. Teglia quiere quedarse, está claro, pero sabe que los números deben darle la razón. En el segundo tiempo ante Colón y ayer en casi todo el partido en La Plata, mostró una imagen saludable y convincente y apuesta a la continuidad, que parece la más conveniente para la hora que vive Central. En dos fechas se sabrá si lo dejan.
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