Los utileros de Banfield llegaron al estadio de Huracán y comprobaron que no funcionaba el inflador de pelotas que habían traído. De esta manera los del Taladro tuvieron que pedir prestado el inflador a los de Racing, pues en el estadio no encontraron uno, para poder realizar el calentamiento previo del equipo y contar en el partido con las pelotas.
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