El sector frutihortícola es uno de los más golpeados por las nuevas medidas económicas. La restricción en el uso de efectivo, sumada a la recesión general, hizo estragos en la comercialización minorista y en toda la cadena. Héctor Manessi, directivo del Mercado de Productores de Rosario, señaló que la operatoria en esa plaza se redujo en un 50% los días después de la medida y "la parálisis es casi total". "El comercio minorista de frutas y verduras es uno de los rubros que más padeció la restricción de efectivo, y eso se traslada a toda la cadena, cuando un cajón de naranjas vale tres o cuatro pesos, es difícil pensar que la operación se haga con cheque o tarjeta de débito", agregó. En rigor, el corredor frutihortícola rosarino viene siendo golpeado desde hace muchos años por la recesión, la concentración de los canales de comercialización, la sobreoferta y la caída de los precios. En este contexto, la informalidad es la característica de buena de parte de la cadena, desde productores a vendedores finales. La bancarización forzada no hizo más que terminar de secar la plata de billetes. "En algunos lugares, todavía lo pilotean con los tickets canasta, pero cuando se acabe eso el parate va a ser total". Autoridades del Mercado de Productores y del Mercado de Fisherton ya se han puesto en contacto para analizar el tema y hacer un planteo enérgico ante el gobierno. Eduardo Eraso, del Foro Frutihortícola, recordó que en los últimos tiempos, y en un contexto difícil, se hicieron ingentes esfuerzos para modernizar toda la cadena frutihortícola. Desde la producción, con el desarrollo de las nuevas variedades, hasta la comercialización, avanzando en proyectos para modernizar los canales de venta y en iniciativas para certificar productos de calidad. "Es paradójico pero hace un mes atrás se habían iniciado conversaciones con el Banco Municipal para avanzar en un sistema de débito automático, pensando en darle facilidades en las verdulerías a la gente que cobraba el sueldo a través del cajero", señaló. Las medidas aceleraron abruptamente los tiempos, para un sector que, pro su atomización, tienen dificultades para afrontar los costos del nuevo régimen. "Nos estamos reuniendo con representantes de distintos sectores del comercio, como almaceneros y carniceros, para plantear una estrategia conjunta, que vaya desde una respuesta política y gremial a estas medidas, hasta respuestas prácticas para los comerciantes del sector", acotó. Entre las iniciativas que tienen en carpeta, figura la posibilidad de negociar en forma corporativa para obtener más ventajas en la implementación del sistema de débito ("las comisiones para el comercio son mucho mayores a las que se cobran a las grandes cadenas", dijo) y que la devolución de cinco puntos del IVA habilitada pro el gobierno se pueda descontar del monotributo al que están adheridos la mayoría de los que operan en el sector.
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