Shockeado por la negativa del FMI de desembolsar los 1.264 millones previstos para este mes, el gobierno inició ayer una urgente ronda de diálogo con importantes dirigentes políticos con el propósito de buscar un consenso básico que derive en la pretendida "concertación nacional".
El apuro para retomar la ronda de conversaciones, que hace unas semanas se había paralizado, tuvo su origen en la decisión conocida antenoche del FMI respecto a que no girará los fondos previstos con lo que puso contra las cuerdas a la administración de Fernando de la Rúa en materia financiera.
De la Rúa recibió sucesivamente en la Casa Rosada al gobernador cordobés, José Manuel De la Sota, y al mandatario chaqueño y titular del radicalismo, Angel Rozas, al que se sumó el jefe de gobierno porteño, el frepasista Aníbal Ibarra.
El jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, se agregó como anfitrión para el gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, y por la tarde se especuló con la posibilidad del jefe del Estado se reuniera con los conductores de los partidos con representación parlamentaria. Incluso De la Rúa admitió anoche que se comunicó con el ex presidente Carlos Menem, en su condición de presidente del Partido Justicialista, para informarle sobre la situación del país.
En el transcurso de los diálogos producidos ayer tomó fuerza el interés demostrado por figuras radicales y justicialistas para que sea la Iglesia Católica el núcleo convocante de la concertación que incluya a las fuerzas políticas, los empresarios y los sindicalistas.
El primero en dar ayer muy temprano la primera puntada en pos de hacer efectiva una "unión nacional" fue el senador electo Raúl Alfonsín. Mientras el ex presidente se refería a la importancia de arribar a un "pacto patriótico" por diez años entre los distintos sectores, De la Rúa se entrevistaba con De la Sota y Rozas, y a la que después se sumaría el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Ignacio de Mendiguren, antes de concurrir también a la Casa Rosada.
Por su parte, el ahora conductor del radicalismo, Rozas, le pidió a De la Rúa que llame de manera urgente a la mesa de concertación para que, mancomunadamente, se busque una salida al laberinto financiero en el que se encuentra encerrado la administración central.
Rozas le entregó al jefe del Estado un "documento de trabajo" confeccionado por la UCR en el que también propone que el convocante de la concertación de los distintos sectores sea la Iglesia Católica.
El chaqueño consignó que por medio de ese texto se reclamó que "se dé carácter de objetivo nacional a la reestructuración de la deuda" y se promueva un rápido llamado a "todos los sectores sindicales, empresariales, iglesias y partidos políticos".
El subsecretario de Comunicación, Juan Pablo Baylac puntualizó, a su turno, que "el hecho de que la dirigencia política, la dirigencia económica y la dirigencia social se junten en una mesa es un acto de ayer, no de mañana".
"El gobierno ha hecho innumerables esfuerzos por querer completar esta unidad", aseveró Baylac para de inmediato quejarse porque esa intención "ha sido retaceada" por sectores que no identificó, los que -estimó- creen que "la alternancia supera todo" cuando en realidad "los problemas de la Argentina deben ser abordados con todo realismo, con toda seriedad y con toda responsabilidad".
En tanto, De la Sota insistió en que el peronismo garantizará "la gobernabilidad" y está dispuesto a apoyar al poder central en los puntos necesarios para lograr coincidencias.
También vinculó la decisión del FMI de no girar fondos a Argentina con "una pérdida de confianza tanto de los inversores externos, como de la población interna" y afirmó que "indirectamente el FMI estaría diciendo que no confía que el actual proyecto económico".
Luego, y en el marco del diálogo iniciado ayer, Colombo recibió a la conducción de la CGT oficial, encabezada por Rodolfo Daer y Carlos West Ocampo, para analizar la situación del país frente a las nuevas medidas económicas.
A pesar del hermetismo con que se manejó el encuentro, fuentes sindicales revelaron que Daer y West Ocampo le plantearon a Colombo la necesidad de que el gobierno libere las restricciones a las extracciones de los salarios para promover la reactivación de la economía.
Ruckauf, por un nuevo modelo
A su turno, el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, sentenció que el "tema central" que debe analizar la dirigencia política "no cómo se reemplaza al presidente sino cómo se hace para que el presidente gobierne" y sostuvo que toda la dirigencia política tiene que "discutir rápidamente" un nuevo modelo económico.
Fuentes oficiales dejaron trascender que el Ejecutivo nacional aspira a continuar de modo permanente con su ronda de diálogo y no descartaron que hoy el presidente convoque a mandatarios provinciales y dirigentes de diferentes sectores.