Las subastas de otoño de Nueva York de obras impresionistas, modernas y contemporáneas se realizaron con buenos precios, a pesar de los temores de varios expertos en arte, que habían augurado una disminución en las ventas como consecuencia de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. La casa de subastas neoyorquina Phillips, de Pury & Luxembourg, fue la primera en cantar victoria al lograr vender cuadros y esculturas de la colección de Nathan y Marion Smooke (Los Angeles) por 86,2 millones de dólares. Pero lo que más destacaron los especialistas fue el ingreso de una nueva casa al ruedo de los grandes remates. Phillips fue adquirida en 1999 por la empresa francesa de bebidas LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton (que en la Argentina es dueña de Bodegas Chandon, entre otras compañías) y brinda a sus vendedores de obras de arte altas garantías de precios, según se comenta en círculos expertos. Con esta estrategia se convirtió en poco tiempo en uno de los competidores más importantes de las casas de subastas ya establecidas en Nueva York, Christie's y Sotheby's.
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